miércoles, 5 de agosto de 2015

QUIERO SER MALO CUANDO YA NO SEA BUENO


La luna está alta
fría como un zircón
en el este del balcón

una joven mea al costado
del container de basura
mientras su partenaire
campanea

ella está negra
se sube los jeans
y se van

algunas nubes gélidas
cruzan un puño sobre la luna
redonda azul pertinente
caricia de dedos de esqueleto sobre
esa piedra impasible

se acerca una sirena de bomberos
a mi espaldas
sobre la avenida
apenas acallando a los demonios tristes
que habitan estas veredas

este es un raconto inexpugnable
me digo mientras escribo esto
es tarde
todos duermen
y yo tan sigiloso y lleno
de respeto
me digo
no lo limpies
no lo calles
no lo pulas
y cuando revientes tratando
de llamar una ultima esperanza
hacelo en el living
que tiene enchapado en cedro

decó by design

eso limpiará el
hedor del tabaco
y tintará la madera
cruda
 un hálito desbrozado de las
cuerdas vocales
canto de un ángel o
el chillar ultimante de un cerdo
eso
llenará los zapatos
de los próximos extraños en
estos cuartos
y no penderá sobre el futuro
ninguna luna
sobre ningçun privilegiado ciego
ni los niños se disolverán en
ceniza contra las paredes
solo paz
solo un platillo sabroso cocinado en una
mesa familiar
cuatro aprendices de diferentes alturas
familia tipo rabiosos
comedores de uñas
infartantes y ligeros y suaves
inadvertidos
amables y peinados
inmortales, seguro!
y quiero ser malo
quiero ser malo
cuando ya no sea bueno

hay una luna alta y perlada
en el cielo
húmeda y pétrea
como un charquito de testimonio
el final redondo de los labios
del rechazo
suave y condenada
tocando un violincito de lapsus
un arpa judía de muñecas atadas
a las espaldas con
alambre de púas

y mantengo que lo que me sostiene no es nada
común
que estos recursos supervivenciales
permanecen mientras mis pulmones
no se prendan en llamas
y eso está bien
y eso está muy
bien

y una nota menor y gentil de piano
abre el movimiento de los dedos
que teje este acto salvaje y azul
mientras las ratas suben por
los cables en las paredes
para arrullarse recortadas
contra el horizonte cósmico
que de manera inopinada
habito temblando
y en esta apertura de la obra
en completa soledad
respiro apenas masticando
la geología de la puerta sucia y
blanca de este cuarto de los bastardos
y no me parte el alma
ni tengo verguenza
de mi edad avanzada
o mi genero o mi conflicto
mi lúcida conciencia.

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