domingo, 29 de marzo de 2015

CUARENTA Y UN VACAS FLACAS Y UN MANTO DE PIEDAD


Siento frio en la espina, mi calva me oprime y tengo el diablo sentado en mi hombro guiñandome el ojito mientras me siento.
La profesora instructora es un taruguito arrugado de cincuenta y cinco años. Simpatica. Está hecha de la goma con las que hacen las Calfor Pampeanas. La carita mustia. Evidentemente el yoga tambien trae las tristezas del blues. No es que yo lo haya descubierto pero si puedo verlo ahora. Hace cinco dias que me dieron el alta de terapia grupal por amargado. Y aqui estoy. Cuarenta mujeres de un promedio cincuenta y  cinco años de edad, dos mujeres de veintitrés años, en la otra punta. A una le pregunté si era la profesora. Me miró como si la hubiera escupido en la cara. Al lado mio, una cuarentona. Morocha. No muy bella, pero su útero aún es fértil.
Me siento en la colchoneta. Esto es un colegio. No hay alumnos, son las seis de la tarde. Todo huele a hormonas aquí al ras del suelo. Se siente plácido. Se siente nuevo. Está bueno haber salido del círculo psí. Un "casi" es mas que pertinente aqui, despues de esa última sentencia. Estirar el esqueleto no viene mal y este barrio es atractivo. Frívolo, remozado, con olor a palo santo en el living-room y cocaína recien cortada. Tengo casi cuarenta y un años y me duele todo. Hombro dislocado, pulmones de virulana.

- Bien, hola a todos, chicos. Vamos a empezar con unos estiramientos desde la posicion de la flor de loto. Estiramos una pierna manteniendo la otra flexionada hacia la ingle y nos tocamos un pie. Exhalamos... y cuando nos tocamos la pierna estirada, inspiramos profundamente por las fosas nasales, lentamente.


Me estiro para tocarme la pierna. Juro por dios que me voy a partir en dos. Hago palanca tratando de pensar que mi gran panza matera no existe. No lo logro. Es como una mochila de grasa en mi abdómen. Los tendones en mi rodilla parecen estar hechos de kevlar y harina leudante. La cuarentona de al lado es la contorsionista del Circo de Moscú. La amo. Me imagino su vagina castigada por mil penes abriendose delante de mi cara chorreando flujo seminal. Que le rompo las calzas con las manos y hundo mi cara ahi. Miro mi pié desnudo. Debí traer medias. No traje medias. Mis pies huelen y tienen la borrasca de el interior de las alpargatas que me regaló mi madre. Es mejor asi. Mis zapatillas, todas ellas, tienen una capa de moho y hongos en las plantillas, las medias se ponen negras, no quiero traer medias.


- Ok, así. Inhalamos y tocamos la punta del pie todo lo que podamos, en lo posible agarrando el arco del pie. Si no podemos agarrar la planta del pie o la punta de los dedos del pie, hacemos lo mas que podamos en una posición alternativa que ustedes quieran. Alegria!


Alegria las bolas, pienso yo. En mi mente hay criaturas cornudas, almas en el purgatorio, mi boca fumando un cigarrillo de tres kilometros de largo en los océanos de sangre del infierno de Dante. 

La parka me prende el encendedor a mi, mami.

- Alegria!


La cuarentona de al lado es morocha y tiene la cara tensa y marrón, como una india. Los ojos rasgados, pelo teñido de un castaño rojizo. Mas allá hay un tipo con la cara arrugada, como si fuera Prune Face de la serie de cómic Dick Tracy, pero real. Está compenetrado en lo suyo. Remera amarilla, buzarda, pelo negro peinado a un costado. Carmelazo, probablemente. Silencioso y preocupado. POR QUE NADIE ESTÁ DANDO CHILLIDOS DE FELICIDAD? Esto bien podria ser el cielo de cualquiera!


- Ahora chicos vamos a hacer una posicin de vertical. Vamos a levantar la cola y vamos a elevar las piernas hacia arriba, manteniendo el coxis separado del suelo mientras ponemos nuestras manos sosteniendo la espalda. Bien?


Nadie contesta: "Bien".


- ARRIBA, AHORA!


Escucho a una viejecilla detrás mio elevarse hacia Tata Dios, con un "Unnghh!" premonitorio.

Se tira un leve pedo, largo y estoico y subsónico.
Yo trato de no tirarme uno. Podria ser escandaloso. Mis pedos son legendarios. Cada vez que me tiro un pedo en casa sale una bandada de gaviotas asfixiadas de mi ojete y nunca vuelven. Se me abre el culo, torrencial como un matafuegos. Desolador.

- Así, mantenemos ahi arriba!


La voz de la instructora es maravillosamente sanadora. Suave pero férrea, potente pero gentil. Asia la ha santificado. Por gracia de algun hombre iluminado de la India nosotros somos ungidos en su bálsamo de Caballito y nos sentimos mejores. 

En sus años mozos debe de haber hecho maravillosos petes.
Estoy en una posicion que podria costarme la vida. Desde hace unos tres años que ya no cojo de perrito o arriba de Lorena. Lorena se pone arriba mientras yo pienso en la final de la Copa Fifa. Exacto, eso, fifa. Sobre mi cama hay un cable de la lámpara del techo. Ha creado unos mohos y unas pelusillas de todo el tabaco que se ha pegado en la pieza, en las paredes, en mi alma, en el cuerpo de ella, que me mira con odio muy de vez en cuando mientras yo camino por la casa con mi alma pesada y los ojos tristes.

- Ahora volvemos a la posicion de la flor de loto, vamos a acostarnos con los brazos relajados al costado, los pies juntos, sintiendo todo nuestro cuerpo relajado y tranquilo, concentrandonos en los musculos de la espalda, el coxis, los hombros están descansados, sentimos los musculos y los ponemos en evidencia dejandolos descansar, llevando toda nuestra atencion al relajo total de los miembros, registrando la energia moverse a lo largo del cuerpo y decantando la relajacion en piernas, coxis, hombros y cola y rodilla. Los músculos del cuello, relajados, tranquilos.


                   Pienso en nubes, pienso en margaritas, pienso en patios de loquero.

          Pienso en conchas, pienso en mi portero con su cara de mandril.
Pienso en barcos que se hunden en tormentas que no pueden hacer funcionar la radio para pedir un S-O-S-.
Pienso en calles pintadas del color del miedo donde todos están por golpearme.
Pienso en la docena y media de mujeres que me han borrado del facebook porque en algun momento las he dejado de querer.
Pienso en el puñado de mujeres que espío online para inspirarme y masturbarme.

Siento mi cuello relajado. La colchoneta está fria. Huele a sudor reciclado.

La cuarentona sexy de al lado está relajadísima. En las caderas tiene una leve adiposidad que yo mas que bien podria mordisquear en una noche de invierno para macerarla antes de darle mi triste y pequeña picha. Montándola y tirándole le pelo desde atrás como un cosaco en su caballo salvaje. Yegua. Potra. El conquistador entrando a la ciudad a sangre y fuego y violándolas a todas las ciudadanas una por una, lechazo a lechazo. 
Mi hombro está separado de mi cuerpo. Oleadas de dolor azul me recorren la parte izquierda de mi cara, mis mejillas, el dolor sube por el cuello que casi no existe, y se me mete en las pocas muelas que me quedan. Inspiro levemente y trato de enyoguizarme mas. Funciona a medias.
Alguien atrás mio, probablemente la viejita del pedo, está roncando. Bien por ella.

- Ahora chicos vamos a hacer la relajación. Voy a apagar la luz. El que quiera abrigarse que se abrigue asi van a estar mas en plan "cocoon" y lo van a disfrutar mas.


Coccon. Oh si, lo recuerdo. en la videograbadora de mi tio, nos juntabamos a ver peliculas. La familia. Era lo mas nuevo. La videograbadora JVC, peliculas de VHS alquiladas. Los albores de la pirateria en la Argentina. Y Tanee Welch. Tanee Welch era la hija de Raquel Welch. Aparecia desnuda en esa pelicula. Se metía en una pileta, hacia un desnudo trasero muy hermoso, unas excelentes caderas, un culo espectacular. 

Yo tenia once años y la poronga se me ponia dura con solo ver esa escena. Cuando volvia a casa me castigaba pensando en las cosas que habia visto, y tambien en las cosas que NO habia visto pero que yo CREIA que habia visto....

Se apagan las luces. Tubos fluorescentes en el techo. OFF.

Cuarenta cuerpos muertos en el frío suelo de cerámica, respirando vaharadas de aliento muerto.

- Muy bien, listos? Ahi vamos.


Listo el pollo, pienso yo. Aqui vamos.


- Sentimos el cuerpo en paz con nosotros mismos, lo relajamos llendo con la mente despacio desde la punta de los pies, relajando los dedos, siendo concientes de nuestros musculos en paz.... subimos despacio por las piernas, habiendo relajado los deddos, los metatarsos y los metacarpianos...


La voz de la instructora es pausada y letánica. 

Un proceso cuidadoso y admirable de llevar a medio centenar de personas rotas cuatro centímetros mas allá del acantilado.
La viejita de atrás sigue roncando. Me hace acordar a mi abuela, pero mi abuela tenia menos recato. Roncaba como un soldado ruso. No le importaba nada porque cuando se levantaba a la mañana, siempre nos queria, y nosotros la queriamos mucho.
El día que murió mi abuela, ella se llevó algo mas que un buen y centenario recetario. Una de las ultimas cosas que hizo mi abuela antes de quebrarse la cadera fue hacer yoga. Estaba muy contenta.
Y aqui estoy yo, en el preámbulo de mi vejez, todo partido al medio, con los tubos fluorescentes del techo apagados, rodeado de desconocidos y desconocidas bostezando y cagándose encima. No hay sexos. Justo a las ocho, a la hora de volver a casa dan la novela brasileña que tanto éxito tiene. Yo no la veo, mi mamá si.
Ni un solo quejido en el patio de escuela  en penumbras.
Acostado en la pequeña colchoneta azul, siento estar rodeado de babosas frias.
Entonces una empleada de limpieza en un delantal azul, con el pelo teñido de rubio y una maravillosa cara de orto, cruza los cincuenta metros del patio hacia el baño con un celular con cumbia en el alta voz a todo lo que da.
La instructora la mira como diciendo: "Solo podés hacerlo si lo hacés a proposito". Y la escucho sonreirse.
Continuamos.

-... Y sentimos el calor del espíritu subir por nuestras caderas, reforzándo nuestra pelvis esta bola de energía curativa....


A mi me duele el culo. Empiezo a transpirar. Me he puesto desodorante, pero no hay perfume para el alma descuartizada que llevo adentro. No quiero que me huelan el alma.


- ... Sentimos la energia pacífica elevarse por nuestra pelvis, sanándolo todo, llegando a nuestro abdomen y quedándose ahí un momento, decantándose, reposando en nuestro vientre....


Esta noche voy a pedir comida peruana ahi en la calle Sarmiento. Va a ser una bandeja humeante de arroz con lentejas y pollo especiado.


- ... Y llevamos nuestra conciencia hacia el el plexo solar, relajado y respirando muy lentamente, liberando nuestra mente de todo pensamiento nocivo y violento de la cavidad del tórax, alivianándolo con lentas y profundas inspiraciones y exhalaciones....


O tal vez pueda encontrar a la puestera que vendia eso que se llama "causa de pollo". Tapas hechas de papa amarilla con un entremés ensanguchado de ensalada rusa con pollo y lechuga. Eso quiero. Malditos peruanos me vienen alimentando como un rey hace cuatro maravillosos años. Eso voy a hacer, me voy a ir a Perú y todos me van a amar porque soy el Argentino Conquistador. Soy el civilizado, el hombre de los rascacielos. Bellas mujeres de labios de tierra, buen vino, una pequeña hacienda, dos o tres amantes peruanas, los travestis a la puesta del sol con las caras desfiguradas por las inyecciones faciales de plastilina paseándose por los suburbios, y todo ese sol maldito entre la mierda de los barrios pobres, ellos, creyéndose que son mujeres, aliens, atravezando la Triple Frontera, hacia Buenos Aires, con las tetas infladas de aceite de auto, y con el culo repleto de preservativos llenos de cocaína purísima para las selectas narices de Barrio Parque.


-... y ahora la bola de luz nos atraviesa el cuello con gentileza...


Raquel Welch era mitad peruana. Hay posibilidades de que no todas las chicas peruanas midan un metro cuarenta y cinco y tengan las piernas chûequitas. Bah, igual me dá. Estar solo no está tan mal. Con mi pensión podría comer causa de pollo hasta los noventa y nueve años.


-... El cuello se relaja, sentimos la tensión y la angustia desvanecerse por completo...


Aunque no creo que llegue a los noventa y nueve años.


- ... Y sentimos como esa luz y esa energia llega a nuestra cabeza, a las paredes del cráneo, y al medio de el entrecejo... hacia el lóbulo frontal y los parietales y la mandibula, relajando la mandibula, sintiendo la lengua dentro de la boca caer y distenderse por completo...


Una gitana me dijo una vez que llegaria a los sesenta y ocho años. Supongo que con la dieta que llevo y el azúcar y los botellines de Coca Cola, podria no tener diabetes. Si solo tomo una dos veces por semana, cuando tengo antojo. Y también están los cigarrillos. Cuatro paquetes por dia. Cuando era chico escuché por ahi que por cada cigarrillo que uno fumaba uno perdía un minuto de vida. Llevo media vida tratando de descubrir si es cierto, pero eso me lo dijo otra persona, o varias, pero yo no encuentro mi voz para decirmelo, asi que me acuesto en la cama mientras baja el sol, tratando de explicarmelo a mi mismo, mientras en los parlantes suena Lightnin Hopkins con su voz cansina y su guitarra asesina..., me doy tiempo, y cuando ya no tenga tiempo, creo que aún asi voy a seguir teniendo tiempo.


-... Y asi llegamos a los ojos, a los arcos supersiliares, sentimos como se relajan nuestras tensiones, la angustia es reemplazada por un arco iris de bienestar mientras mentalmente masajeamos el alma y el corazón y nuestros labios con un aura de paz y un manto-arco-iris de piedad.


Cuando mi abuela se iba a dormir, rezaba el rosario sentada en la cama con la espalda contra la pared, en camisón, y cuando rezaba lo hacia moviendo la boca y musitando levemente, casi imperceptiblemente, las palabras de Nuestro Señor Jesucristo. Estaba llena de dios hasta cuando estaba dormida. Cuando ella murió alla por mil novecientos noventa y seis, dios dejó nuestro hogar. Mi padre murió hace once años de una sobredosis de pastillas. Yo fumo y espero. Espero el manto divino de paz interior entrar en mi cuerpo, en mi alma, en mis manos, en mi ano.


- Y ahora nos vamos a incorporar y vamos a cantar el mantra de Om.


Cantamos el Om. Tres veces. Se me viene a la cabeza Robert Downey Junior cuando es fusilado con alegria en esa pelicula, Asesinos por Naturaleza. La cara desfigurada por el terror mientras su pobre y estupido y cocaínico cuerpo que abraza a la fabricación de la estupidez se transforma en un colador de pulpa sanguinolienta, cayendo contra un arbol convertido en un sorete humano sin utilidad alguna.

La sonrisa de Woody Harrelson, rapado, seminal, vergudo y feliz de la vida.
Mi sonrisa que es como una careta de cartapesta troquelada por la desgracia en un paisaje arrasado.

- ... Y asi, chicos, finaliza la clase de hoy.


Se prenden los tubos fluoresentes. Miro alrededor. Una viejita con media cabeza llena de pelo rojizo de tintura y la otra mitad no, sonríe una sonrisa desdentada descabellada y alienada.

Todos se desperezan, sonrien, se arreglan los faldones de camisas y remeras, se ponen las medias, tiritando, desperezándose niña la luz divina hacia el mantra balsámico de las zapatillas. Nos saludamos, guardamos las colchonetas en un viejo armario oxidado de acero marrón.
Bajamos las escaleras al unísono como diablillos de bachiller, risueños y aplastados por el conocimiento superior.

Estoy esperando el 168 en la parada en Niceto Vega. Prendo un cigarrillo. Me asquea pero me lo fumo igual. Es un V8. Paquete rojo. Lo termino mientras espero y me prendo otro. Me aumentaron los cartones de Red Point. El mes que viene me llega el aumento de la jubilación. Buena guita. Irrisoria suma para cualquier otro, pero para mi no.

Se hace de noche. Mañana empieza el otoño. Hay una brisa fresca, se anuncia frio para mañana. 

Voy a volver.

Creo que me voy a cambiar a los Benson & Hedges.


martes, 24 de marzo de 2015

RUDY LE ACABÓ ADENTRO


Cisne maravilloso en la huida hacia Santa Fé
le contaba el malandra de que se habia movido a una nena de doce años
allá por 1989
tirado en la via de la maravillosa pobreza humeda de el Palermo desapareciente
ese Palermo de mis ultimos dias ahi
   en mi adolescencia
y ahi estabamos
en la estacion Tres de Febrero
acuclillados
en las escaleras abandonadas
el rumiaba la idea de un porro
con su cara de Bruce Lee granujiento y malformado
pensando en la pobre chica
riendose con sus dientes picados de caries
los frontales
los del  alma

"le acabé adentro" me decia él

riéndose 
mientras yo dejaba la vista pasear hacia los altos del hipódromo 
de la calle Libertador
probablemente donde la pre-adolescente pasearia su pancita

le acabé adentro, me decia el

Rudy
y despues me pidio prestada mi guitarra electrica Kuc
y se la llevó a Santa Fé
y no la vi nunca mas
a la viola
el Fede la vió,
yo no,
y entonces Rudy se compró una moto
y un auto le pasó por encima
y se le salió el corazón para afuera
y se lo volvieron a meter para adentro
con parte de la camisa
    y con los dientes
y
 por lo que me dijo el Casta
entonces
solo 
entonces,
él
cambió.

lunes, 23 de marzo de 2015

DE PIE SE ESTÁ POR SIEMPRE

De pie se está por siempre
como un ciprés como alamos que silban cabeceando
en la noche de la última guerra
acicalado y de pie
como un ombú humano lacerado de hachazos
primera piedra del mundo y el corazon grande de todos los cielos
tu nombre en mis labios tremulos tu nombre de la éra que se va
nudillos blancos ojos cerrados estratagema laberinto tapiado
las voces que nunca seràn acalladas ahora libre en las estrellas
con el pecho lleno de lunas naciendo
por que somos asi?
por que nos fuimos así?
metiendo la jeta en el cataclismo dos millas mas adelante y
el pecho que se ensancha y el aliento que se entrecorta
el abogado defensor estrábico de mis errores aflojandose la corbata
en medio del caldero de la verguenza
buscando esa pildora mágica ese año crucial que nos sostendría
por el resto de los años en que fueramos flacos y embebidos en paranoia
limpiando nuestros pisos y peinando a las cucarachas
antes que la noche nos envolviera en nuestra propia alma
nacida furtiva y como pidiendo disculpas
nacida a los gritos y abriendose a los codazos entre la hiedra
esa es la verguenza
ser guacho ser perro estar preñado de mil septimos hijos
no tener lengua temprana que pueda decodificar la cuenta regresiva de la medianoche 
esta noche.

domingo, 22 de marzo de 2015

Adios Tio Cacho, hasta siempre Ricardo. 20 de marzo, 2015.

Que en paz descanses Tio, te voy a extrañar mucho. Gracias por todos esos momentos de amor y alegria y por ser un hombre cabal. Y buena persona, siempre al borde del cañón.
Te fuiste y yo te debo. Como me dijiste vos una vez ante mi mutismo: ESTAMOS YA AMORTIZADOS.
Y vos esta noche en elcielo y yo aqui en Balvanera.
Debió haber sido al reves.

martes, 17 de marzo de 2015

TÁNDEM


Entramos por la puerta y la puerta se cierra con un suspirito, bien aceitada, puerta de madera de machimbre, blanca, barata, contenedor de pobres diablos perdidos como yo. Marta le hace un guiño a la enfermera, Alice, y Alice hace como que no la ve. Tiene esa cara de culo particular de siempre, como si nosotros le metieramos un dedo en el culo sin más. Alguien me lo tenia que explicar algun dia antes de que me muera. Mi terapeuta pone el cartel de ocupado, esto es: no molesten, en terapia.

Técnicamente hablando es un recinto pequeño, no un cubículo pero si una pieza, y estrictamente hablando es una oficina, de paredes blancas. Un escritorio, unos folios, unas carpetas con expedientes de pacientes, un celular sobre la mesa, cuatro bandas elasticas grandes, Dios sabrá para qué. Una camilla que nunca tuve la necesidad de usar. Hace cuatro años que hago terapia psicológica con Marta. Marta tiene treinta y tres años, mide un metro setenta y cinco, blonda, manos huesudas con anillos de alpaca, grandes ojos verdes. Es cortés, intuitiva, casi amable se podria decir, aunque solo nos une mi verborragia y mi obra social.


- Nada. Me acuerdo que me gustaba. me gustaba mucho andar en bici porque uno se iba alejando del hogar, como en un sueño. Primero, a los cinco años ponele, uno daba la vuelta a la manzana con los chicos, solo la vuelta a la manzana en la bicicleta celeste plegable, la Aurorita. El verano era eso, pedalear, pelearse, jugar con muñecos de he-Man, andar en patineta, cagarnos un poco mas a trompadas y llorar y andar más aun en bicicleta. Tocar la bocina electrónica a todo lo que se movia, porque la bocina electronica era un lujo, yo tenia la campanilla clásica, mis amigos la electrónica, que se habian traido importada de Miami. Andábamos en bici y descubriamos el barrio, debajo de los arboles bien verdes, bien frondosos, debajo del murmullo de las hojas, debajo del sol abrazador, y mis brazos se ponian casi marrones y mi cabeza explotando de alegria. Estaba re bueno eso. Todavia me gusta.


- Está genial eso Fernando, esta bueno que aun te muevas, a los cuarenta ya mover el codo es bastante dificil che. un año mas y te hacen momia.


A Marta le gusta mucho hacer bromas y ser moderna. Es moderna, es hija de los ochentas, es hija de el rock and roll libre, de la cerveza libre, de los boliches de Cabildo y Juramento, yo le gano por unos pocos y tantos siete años, pero ella es mas joven y profesional, yo soy de la epoca de el televisor temblando y zumbando como un abejorro descompuesto con Videla dando alguno de sus memorables discursillos de la Cadena Nacional.

Apoyo un costado de la cabeza en un codo en el escritorio.

- Si, en un par de años mas ya voy a estar descansando en una caja de pino. Te doy permiso para que me metas directamente en la database de estadiscas del Indec en mortandad y suicidios gerontales.

- No va a ser necesario. Gracias. muy copado lo tuyo por el rol que me dás en esta conversación tan amena.
- Si, lo se... no era mi intencion.
- Ni yo con lo mio, Fer.

Marta mira su cigarrera dorada y yo tambien estoy pensando en fumarme uno. No está permitido. Edificio libre de humo. Sus ojos atrapan los mios. Se supone que diga algo. Siempre pienso en lo mismo.


- Me gustaba el ruido de las bicicletas, el de las ruedas. Los pedales hacian como un gozne y la cadena tambien, algo oxidado o algo a punto de romperse. Pero las ruedas hacian un ruido como de TTTRRRRRRR.... como el aletear de las alas de un colibrí... un colibrí importante y gordo, pero sigiloso y muy rapido, cortaba el aire con la velocidad de la bicicleta, wuuussshhhh... Me gustaba eso. Los fierros de la bicicleta, mi pobre bicicleta Aurorita plegable dando todo de si para llevarme a mi, al gordito timido del barrio. Aunque trato que no me gane la tristeza cuando pienso en esos años mozos, de juventud... pero se han ido. Todos aquellos a quien yo conocia se han ido o han formado familia o se volvieron peces gordos. Estoy contento de no verlos hoy en dia, no quisiera que me vieran de esta manera, lo que soy ahora.

- Que sos ahora?
- Un enfermo mental.
- No sos enfermo mental. Tal vez ESTÉS enfermo pero no sos un enfermo, esto es un tránsito.
- A veces sueño con el ruido de la goma de las ruedas, contra el pavimento, es como una sinfonia. ese "trrrr" tan hermoso y tan evocativo. Y recuerdo cuando ya no estuvieron disponibles los amiguitos, cuando en el otoño me iba por la vereda de Libertador esquivando montañas de hojas de eucaliptus hasta los Bosques de Palermo, me cruzaba todo el barrio hasta Belgrano y volvia, cubriéndome de sudor, sintiendo la piel arder de calor por el esfuerzo, completamente vivo, y vital.... ahora estoy un ppco grodito.
- Dieta. Nada de pan, menos fideos. Alguna fruta, alguna verdura... Y adiós a las botellitas de Coca Cola.
- Já. Y mi alma?
- Lo mismo, pero con las cosas de adentro, y menos tristeza, y menos abrazar a la tristeza. De tanto contener sueños y vivencias dramaticas uno las va aquerenciando al alma, y al alma hay que cuidarla. Siempre para adelante. Siempre. Hay que corta la bocha un poco, frenar tres cambios con la mufa. La medicación ayuda, pero no es todo. Vos sos mas Fernando que el Fernando que te va a hacer bien. Y esa parte ya medio como que no te la creés ni vos.
- Si, puede ser. Fernando el Gran Ciclista.
- Fernando el Sobreviviente de la Gran Tercera Guerra Mundial a golpe de corneta-, dice Marta arqueando las cejas.

Me sonrío.

Continúo. No quiero parar mucho. Los cuarenta minutos de terapia se pasan volando y cuestan un huevo, obra social y todo. Hay que exprimir cada segundo. Me va la vida en ello, de todas maneras. Soy un tipo tribulado.

- Y los arboles. Yo me enamoro de los árboles tanto como de todas las mujeres que veo en el subte. No puedo evitarlo. Me subyuga todo, pero estar rodeado de verde y de clorofila, aunque es algo inusitado en mi speech, tanto como que me la ponen dura. Es bellisimo. Aire y mujeres de cero a noventa y nueve años. 


Marta se sonríe. de guarango ya sabe que tengo todo y que es sin malicia.


- Y nada, eso.


Tanteo los cigarrillos en el bolsillo del pecho de la camisa blanca. Bajo la mano. Edificio libre de humo. Las pelotas. En el segundo piso estan los borderlines fumando apiñados contra una ventana del pulmon interno, hirviendo de locura como sapos en una zanja, trepanados de tabaco, mas que yo, inclusive, pensando en merca, porro, pijas, cortarse los brazos al medio y abrirse los cuerpos como una banana podrida. 


- Y asi quedamos todos, Fer, cicatrizando por siempre. Es humano. es duro y dificil, pero el duelo es inevitable que se concrete algun dia.

- Me da pena la pobre chica. Se la veía tan feliz, la verdad es que terminar así es mefistofélico. Y era un dia tan hermoso, tan perfecto.... Yo habia agarrado Dorrego cuesta abajo viniendo de la curva de Cabildo, hacia Luis María Campos, todo rodeado de arboles, de veredas amarillas de sol , el sol se derramaba en belleza y los viejos adoquines estaban pulcros despues de la lluvia del dian anterior, un chubasco intenso y breve, y todo estaba limpio, cicatrizado, como dirias vos, exento de dolor... se escuchaba el murmullo de las hojas en las tipas y en los gomeros y en los eucaliptos.... no habian pavimentado todavía Luis María Campos, creo que Dorrego si, porque antes de cruzar ya estaban los adoquines, y antes de llegar a cruzar hacia la parroquia de Santa Adela, ya estaba todo como el casco antiguo donde yo vivia, sin tocar, todo pulcro y tradicional, aunque ahora tradicional le dicen al dulce de leche berreta de La Serenísima...

Me enfurecí de repente. 


- Sabés que pasa, es una de las mujeres mas memorables que vi en mi vida. Aspecto de nórdica, rubina con mechas castaña claras, la cara angulosa y los ojos claros reconcentrados en el camino, con un corderoy verde y una polera negra de cuello alto, bajando la cuesta de Dorrego. la vi desde atras y cuando estaba por rebasarla al lado, le eché una mirada furtiva, de esas que uno se esfuerza un montón para ver lo que uno ya sabe que va a venir, que era, en este caso, una beldad inusual e inusitada, más aun en Argentina, porque rubias hay pocas y suelen ser bastante feas, por lo menos en la Capital, pero aparte esta, de rubia, era hermosa, grandes rasgos, gran trasero, hermoso pantalon y polera y unos tennis de esos de lona, probablemente unas flecha... se deslizaba la hija de puta como si fuera un angel, un angel tiernísimo y sin pecado... a veces pienso en todas esas chicas que se mueren o las matan, me da asco y rabia. No entiendo. Gente sola y enferma al borde de la exasperacion y la impotencia y la soledad? O solo son animales, sin más... yo no se.


Me mordí el labio inferior.


- Son bestias, Fer. Están del otro lado del espejo, muertos en vida. Acaban matando, acaban violando, y son escurridizos. Son dificiles de agarrar, eso si.

- Lo pero de todo es que yo no la miraba con malicia, ni con culpa, tampoco, yo tenia trece años. Ya era adolescente y tenia huevos, pero tampoco era para tanto, yo todavia tenia los muñequitos de He-Man y le prestaba mas atención a armar avioncitos a escala y pintarlos y coleccionar figuritas que a cualquier otra cosa. Me masturbaba pero no tenia definido una imagen de mi culeando con alguien. Era un pibe, un pibe...
- Todos lo eramos. 
- Vos tenes pito tambien, Marta?
- Creeme que a esta altura de los eventos ya no sé.

Me sonrie, y yo le sonrío. Es bueno saber que los terapeutas son gente tambien, para variar.


- Creeme que cuando yo la vi y ella me miró yo casi me muero. Nunca habia visto un rostro como ese, exótico, sensual y felino, extemporáneo casi, como si la conociera de toda la vida y ese toda la vida fuera una vida entera de una dulce esclavitud... Ya se que no se supone que alguien hable como estoy hablando y me disculpo, pero era maravilloso e intolerable, era divino y por siempre jamás. La boca , las comisuras, los labios rosados, la palidez de porcelana de la piel, tirante en las mandibulas de la cara ovalada y el marco del pelo rubio, ondeando en el viento con la velociad de nuestras bicicletas en la pendiente de la curva de Dorrego. Era insportable. Insoportable. Nunca me volví a enamorar de esa manera. Era como ser un tigre con alas y ser ensartado por magia y misterio.

- Estabas extasiado Fer.
- Estaba muerto de amor.
- Y quien no?
- No sé, porque entonces cuando me miró entonces me sonrió, pero no con sorna, a ver... yo era un gordito bueno, nada mas, no podia causarle nada a nadie. Básicamente sigo siendo lo mismo.
- Y que pasó cuando te miró?

Yo estoy con los ojos en mis manos y mis manos en mi falda y mi falda tiene un jean muy azul y Marta me escuchaba. Hice una pausa y se me hizo un nudo en la garganta.


- Ella me aceptó.

- Como que te aceptó?
- Exacto. Me dijo sí. Ok. Hicimnos un link. Algo psíquico del momento. Yo la sentí dentro de mi cabeza, hablándome en un lenguaje visceral y extraño, y supe que ella me aceptaba.

Miro hacia una pared, blanca, con manchitas de mugre, repintada, con un rail a la altura de la cintura de madera de machimbre de tirante, laqueado a lo bestia.


- Y entonces llegamos a Luis Maria Campos, el semaforo estaba en verde y detras de nosotros no venia ningun auto, asi que teniamos paso, cruzando la avenida hubieramos llegado a mi casa en siete cuadras mas, pero no. Un colectivo la atropelló de costado. La reventó. La hizo mierda, le dio del lado derecho y se tragó a la pobre mina con la polera, el corderoy verde, a las hojas de el final del verano, todo. Le pisó la cabeza y lo de adentro de la cabeza se salió para afuera. Lo de adentro de la cabeza es blanco y rosado, y cuando pasan los minutos se pone gris, y después mas oscuro.


Me cae una lágrima. Después dos y despues ya no cae mas nada. Ya poco y nada me quedan lagrimas. Mis veranos son mustios y reverdecidos al mismo tiempo, subo y bajo, me voy y vengo, estoy casi completamente solo, aparte de mi bicicleta inseparable y mis sesiones de terapia.


- Y vos? Que hiciste?

- Yo queria llamar por telefono pero no sabia como. Yo sabia que llamar por telefono desde mi casa era imposible, pero tampoco veia una cabina de telefonos. En esa epoca Entel tenia esos medios huevos color naranja de telefonos publicos, bien naranjas con las lunetas blancas a los costados y la bordona blanca tambien en el filo de la cabina, y yo buscaba esos, ese naranja y ese blanco, pero no encontraba nada porque no podia sacar los ojos de esa cabeza ahi en el suelo justo donde quedaron las marcas de los neumaticos del bondi, que estaba a veinte metros. Las ruedas de la bicicleta aun giraba un poco mas allá, y delante mio, conmigo aun montado en la bicicleta, de pié, yo solo podía ver la mata de pelo rubio contra el gris de los adoquines, lacio, hermoso aun, pero manchado de roña y de caucho y de sangre, mucha sangre. Y el pelo rubio. Tendido en la calle como un joyero haria la muestra casi prestidigitante sobre su antebrazo de un carisimo reloj suizo.
- Y?
- Y yo no creo que fuera mi culpa, yo solo estaba mirando. Todo el mundo mira, a todo el mundo le gustan las mujeres, incluso si uno es chico uno se enamora siempre aqui y allá. Pero no me puedo olvidar esos ojos. Fue la primera y ultima vez que me sentí encendido y aceptado por lo que soy, con mis errores y con mis falencias y mis rollos y mi alma fisgona. Ademas todo el mundo mira.
- Te flechó al instante.
- Fulminado en cincuenta metros, carajo.

Me seco las lagrimas con un puño pequeño. Es mi mano aún, es mia.


- Por suerte zafé. Pude frenar. Y a mi me tocó un taxi tambien de costado. Me llevaron al hospital Fernandez y pude volver a la bicicleta mia. Me sigo enamorando a cada pedaleo, en esta cuidad hija de puta.


Marta se rie, le gustan mis historias enfermitas. nada que no se pueda resolver con cien sesiones muy sueltas de cuerpo, a menos que me ponga en forro por siempre jamás.


- Que año es este, Fer?

- 1982.
- Cual es el hit del momento en la radio?
- "Down under", de Men at Work, me suena todo el tiempo en la cabeza desde hace un año.
- Cuantos años tenes?
- Cuarenta y uno casi, los cumplo en junio. Y no estoy demente.
- Y en que año naciste.
- 1974.

Me quedo callado. Y se me hace un nudo en la garganta.
Ni para llorar dá.

- Nadie sabe por que uno se tiene que asir a historias que no llevan a ningun lado, incluso aunque uno se haga una laguna viviente donde el fondo de la misma no haya nada viviente que hinche el alma y haga bien, no es así, Musas de la Fortuna? - digo yo, creyendome muy listo.

- Mirá, Fer, pactemos algo. Es el 2015. Cuando todo vuelva a empezar, no te vas acordar de que no fue tu culpa de que yo esté muerta, pero si te vas a acordar del ruido de las ruedas en el empedrado, el sonido del murmullo de los pajaros sobre la siesta, el olor de los jazmines del aire en las rejas, enredados también sobre las murallas de las casas abandonadas y los baldíos. Eso es bueno. Jay voces en todo el tiempo de todos los tiempos de todos los mundos. Y el tiempo vuela, hasta los mas misteriosos carrouseles tienen que parar de girar y cambiar el personal y los engranajes, esto no te lo vas a acordar tampoco, porque solo vas a escuchar las ruedas de la bicicleta hacer ese tttrrrr tan gracioso que vos decis... y, ademas, de eso, y cuando llegues mañana tampoco te vas a acordar de esto: La opcion es tomada y es un Sí rotundo. Y no es mi culpa que vos estés muerto tambien, dicho sea de paso. No creo que mañana lo recuerde, pero soy una profesional y te lo tengo que decir porque en la variedad está el gusto. Vos también te veias muy mal todo partido al medio en pedazos contra los adoquines. No hay nada que hacerle, uno se va de esa manera y bueno, bien peinado no te van a dejar cuando te agarra un Peugeot 404.

Se sonríe y yo trato de hacerlo también. A ella le sale mejor. Similares, si, pero ella está extraña a mi juicio totál, el cual es un imposible sin asidero alguno; en cambio, yo estoy siendo pesado en la balanza y mi alma es mas grávida y letal y cae en desgracia ante de la lúcida y maravillosa pluma.

Marta apila los expedientes con la punta de los dedos con las uñas pintadas y se levanta de la silla. Yo me levanto de la silla. Nos damos la mano. Tiene los ojos verdes como los de un dragón chino y hay músicas sugeridas ahí, y ahí dentro de las pupilas existen todos los interrogantes del mundo, pero como ella es profesional, esos los tengo que resolver yo solo, con un poco de ayuda.

- La proxima vez me encerrás contra la vereda, si podés. Tocame la bocina, digo, la campanilla esa. Regalo de tus padres?

- No recuerdo quien me la regaló. La bicicleta si, la heredé de un primo.
- Azul como el cielo de verano.
- Si, y yo pudiera casi decir que tenia un caño de escape llameante.
- Nubes infernales.
- Volaba como el deseo mismo.
- Eras un diablo sobre ruedas, de eso no me cabe la menor duda. Hasta mañana. 
- Mismo lugar y misma hora?
- Apostá lo que quieras que si.

Salgo de la oficina y cierro la puerta y Alice, que está en la enfermeria del otro lado abre los ojos aterrorizada y se santigua y dice:


- Fata Morgana!


Y yo me río y me digo para mis adentros, para mi pobre y solo solito yo:


- Ponéle que si. 


Hasta mañana.


                                                                    


viernes, 13 de marzo de 2015

BUENOS AIRES, VIERNES 13 DE MARZO, 2015, 2:36, MADRUGADA DE SILENCIO


Debo de suponer un combate. Cruel, magno. Mis manos ya no son mis manos. Estoy hecho de paja y gasolina. Mis noches son de algun dolor, de hombro quebrado, de ala ninguna. Busco en la web algo que replique mi silencio y encuentro algo de una revolución. Afueran vuelan los Jumbos que dejan una estela gris en el cielo vistos desde el Bajo de la Capital. Hay profundidades en el horizonte, una vieja capilla debajo de un cielo poluto y medio ocre por lo quimicos, que la deja pequeña, una usina electrica vista desde Plaza Francia, un mal cantante en el ocaso del dia, y a mi lado un loco y en esta camara digital que tengo dentro de mi cerebro un millar de angustias. Me quejo, y no. Fuck you, juez de pacotilla, me digo. Trastabillo.

Esta noche me acompaña una musica de vino y un charango que suspira. Apenas peno. Soy solo un chabón que se vuelve viejo en un departamento caro. Posesiono la mitad de por lo que perezco, y, las batallas. Es como vivir en una montaña a la que debiera proceder a hablarle para que me entienda. Ante mi, se hierguen, de cien metros de altura, los gigantes que me han condenado a este soliloquio de maquina de escribir.
Uno escribe para hablar a los tapiados, a uno mismo que suscribe con el silencio y con las masas acalladas. Uno pergeña historias, supone vidas, grita una vida de extramuros por desesperación completa o casi completamente demencial, intuye perfumes en las rosas que son de la propiedad de los malditos.
Escribo joranles con cautela. Los bastardos están espiando, los galgos del infierno están tras mi pista. hay ecos de mar en los ojos del mundo entero. Los detesto y por ende me moveré hacia el mar con una daga en el estomago, hilando imprecaciones. Los cuerpos agusanados se mueven en la oscuridad con un silencio mortal, y las orugas en las hojas de los arboles al fin del verano tiemblan ante estos fantasmas del mero pasado.
Quien quiera oir que oiga, quien pueda brillar que se tape con la manta de la piadosa cautela porque los cerdos preparan su revolución. Palabras de un loco? Palabras de un noble en primera y tercera persona, este, que grita, este que tiembla, aquel que calla, apocado por solitario, no visto, ungido en luces con derecho a una probada de amor, si ÉL!, y este que revoluciona, palabras de quien es sabido ha de dar a luz a la luz, este quien brega por pan y por más.
Y se caga el escrito diciendo (TECLAS) diciendo que se ha pulsado el teclado de esta compu maltrecha para terminarlo todo, en el buen orden Fernandesco, de que me duele todo el cuerpo, de que estoy durmiendo mucho, por la tarde, por el dolor, de que me he anotado en el curso de serigrafia (el arte de multiplicar un mojigato y snob te quiero) (a el ALGO QUIERO que es tan querido, y medalla va a mi poco gran pecho) y que clases de yoga. El hombro izquierdo, inflamado, podria ser reuma juvenil. JUVENIL?
Casi cuarenta y un años.

Magro relajo a travez de las comunicaciones con mis alocados pares. Todo el mundo parece haberse ido al carajo. Termina el verano y tambien varias amistades. No corresponde, aunque en diez años parece haber una correlatividad de pareceres y de ausencias y de desataduras. Los compañeros del hospi me duran unos cuatro años y medio, segun mediciones mias a travez de un censo de diez años plus. Unos pocos, diez. El roster de la bancaduría, reducido a uno o dos. Gente no necesariamente mala pero si llena de melladuras, como un cuchillo oxidado. Ellos y yo, como herramientas de un jardin que ha avanzado adelante mas allá del oxido.
Ojalá fuera jardinero de hombres y mujeres.
Vivo exiliado de mi mismo. No conozco de otros casos porque siempre he presupuesto de que mi clase es un ser humano invisible a otros invisibles seres humanos. A veces, he visto a esos hombres y mujeres en la calle, apenas visibles, mellñados, imperfectos, inasibles en su dolor. Homeless, freaks físicos, solitarios, secretarias fallidas con sus rostros imperfectos caminando por la avenida Corrientes, inmersos en su falla. LOS HE VISTO. QUISIERA JUNTARLOS A TODOS, VIVOS, MUERTOS, Y DECIRLES QUE YO LOS HE VISTO, MUDO COMO ESTABA.
Acaso tambien viajan y bajan en vórtice y en caida, pero yo los amo. A todos y cada uno de ellos y ellas.

Y yo. El viejo y querido: mi cuerpo, mi alma, mis manos mi espalda mis huevos , mi vida. Que decir? Que mostrar? Hoy tiré una vieja lampara de pié y compré una jeringa para las cucarachas, ahi estan las bastardas, alimentandose con esa pocion magica que les dará dolor de panza. Me quedé dormido a las 10 y me desperté a la 1, me metí en una web de fanzines (vendidos por hasta ciento veinticinco dolares la pieza de veinticuatro paginas). Escandalizado por los precios de obras punk que, al final del dia, venden. No me extraña, yo he vendido dos piratas de Nirvana, hace unos dias, por mas de quinientos pesos. no una gran suma, pero si podrian salvarme el pellejo este mes, y sus mensualidades. Indingnante el precio de los expensas, unos mil novecientos pesos. Cansado de todo, quisiera irme a ver una montaña, a ver que me dice, seguro que me reprocharia (ella, LA MONTAÑA, jajaja) y yo asentiria, y me caeria de rodillas, por ese minuto de paz ante una Jerarquía al fin, de cuidado, de amar, de temer con beldad, con respeto religioso, de ser uno con todo en silencio, en canción, en poesía.
Mi cuerpo está roto otra vez. Me duele, los huesos me hacen ruido.

Despues de haber escuchado de todo y  de todos, siento que soy parte de una suerte de Prehistoria. Este tiempo en que vivo no es el futuro perfecto, el zénit de nada. Solo soy una gota de salada lágrima en el océano, una gota en la infinitud de el Occidente Sudamericano.

 Y si, con una sonrisa te digo, la foto, o el dibujo, es de un integrante del Ejercito de Morenos, o, el Regimiento de Castas, batallón revolucionario, lleno de huevos y deseos de libertad, del cual aún soy parte. No te rias, salamín, la risa es perniciosa para la salud de un hombre muerto, jaja :)


miércoles, 11 de marzo de 2015

MARTINA SALE DEL JARDIN


-Mirá, cada vez que encontrás una persona que te gusta, elevas una plegaria casera al cielo y pegas la foto con una chinche en la pizarra de corcho.
- Si es de corcho es una pizarra o es un... eso.
-Eh?
- Exacto.
- Bueno, ya, ves? Asi, con una chincheta.
- Ok.

Desde la ventana con rejas, Martina puede ver mucha gente. La mayoria está cansina y amarillenta a esta hora y en este lugar, son como gente transparente, translucida y aparentemente llena solo de aire. Osados jeans septuagenarios lavados hasta la ultima fibra, casi blancos, caras cansadas y pasmadas.... este lugar es el infierno de nadie y de todos. Las baldosas no dicen nada, poco y nada son caminadas. El calor es seco y brutal y aplastante. Los rostros son informacion chata, como el cielo, que se cae a la tierra en el horizonte de casas bajas, en donde vive gente tambien chata y baja.

Martina tiene los ojos como deberia ser el cielo: son capillas donde reina la gracia del Señor. Nadie podria salvarla de si misma, porque nació sin pecado, y tambien nació sin manos para aferrar su maravilla a la que todos detestaban. Asi se hizo presa en este loquero. Ella no esta detrás o delante de los barrotes, ella es su propia sentencia, sus cadenas, su condena y su pena de muerte.
Tiene los ojos enomes y sin culpa, como un primer beso blanco, del que murmuran con recato los querubines.
Y de vuelta a su cabeza enmarcada en la corona de espinas de acero del recinto limpio e informal, en su pelo rubión, lacio y largo detras de la espalda con el pulover y el cuello ahi abajo, donde murieron todos los santos, y las tetitas, y el ombligo y mas abajo, y de vuelta arriba después de sus jeans gastados, y de sus manos suaves, arriba, volvamos arriba, porque los ojos de Martina tienen un hambre atroz, estan redondos y enormes y tienen ganas de algo, algo bueno detras de esos fierros de mierda, con desesperación famélica insoportable. Y entonces enganchan. Salen lineas de puntos, mensajes de S.O.S. hacia éste o aquel, extrañas ondas y vibras que tremulan, que musitan el hambre, el hambre, el hambre es algo que hay que convidar! Buscando el click. Y los parpados se quedan quietos por cinco segundos, seis segundos por arriba de las corneas y la luz de Señor ilumina el interior de su alma en una chance asible solo a los angeles y el elegido es ese.

- Ese. - dice Martina con los ojos muy abiertos y los labios rosados relajados. Levanta una mano lentamente y extiende un indice muy blanco y muy perfumado, y las azucenas ahi afuera en el cantero a la izquierda se toman el pecho, ensartadas mortalmente, apocadas de pronto.
- Ese me gusta. Quiero a ese.

Martina esboza una sonrisita. Es como si en un mundo alternativo en donde la paz y la mesura fueran extremas, esta sonrisa encendería todos los infiernos, por jíbara, por fiel.

Celador se acerca con su libreta y su birome entre los dientes, achinando los ojos hacia afuera.

- Te gusta ese? Estas segura?
- Si, tiene como la cara de cuero, como toda roja, como un mapa...
- Como un mapa?
- Como la tierra de mi tierra. Encendida.
- Bien podria ser un borracho perdido.
- No creo, camina como un tigre.
- Que mas?
- Esa camisa de jean y la remera abajo, parece que tiene un pecho lleno de huesos.
- Le falta una buena sopa.
- Y tambien tiene unas canas de mas y unos pocos años le quedan. No me importa.
- Y que te importa?
- Que tiene cara de que no le sobra nada, mucho menos el tiempo.

Y era verdad. El hombre en cuestion tendria aproximadamente un metro setenta y cinco de estatura, pelo medianamente largo, blanco aqui y allá, ojos achinados azules que aparecian y desaparecian por las rendijas de los parpados cuarteados, la cara roja quemada por el sol, una camiseta blanca, una camisa de jean percudida, unos viejos vaqueros, huesos longilineos y felinos, zapatillas raídas, el porte de un varón que tiene mas contenido en su cabeza que en su estomago y no por elección propia. Mitad tigre del monte, mitad yarará. Un hombre de la vida. Sin más suerte que las lineas en sus palmas.

Celador está pensativo al lado y atrás de Martina, que tiene unos pocos veintipico y que tiene todo el tiempo del mundo de estar arrobada y a quien ni siquiera se le ven los pies de tanto estar en esta nube instantanea.

- Cuidado nenita que te vas a enamorar.
- Y que, acaso no lo hacian todos? De eso no se nada.

Y Martina suspira y se le humedece el labio inferior, tan delgada como ella es, mitad cisne, mitad cadalso.

- Bueno, cuando estes lista le haces el click y ahi pones la foto en la pared.
- Bien.

Y Martina deja de respirar y se autosuspende. Pobre chica, ya con una vida fatidica le tocaba andar desmenuzando OTRAS vidas, harto extrañas, imposibles, pero terriblemente atractivas como la de ella misma. Esto de tomar imagenes y ponerlas alli en el pedestal del mundo, sin mas. El mundo giraba extraño. eso seguro. Pero por supuesto era mucho mejor que cagar a otra gente, violar, matar, quemar casas, ser gobernador de Salsipuedes, o ser una mina o un tipo horrible en un mundo horrible. Esas cosas. 
No habia rencores y esta meta era fidedigna a lo que el corazón siempre habia mandado, asi que Martina se concentró bien, mirando al hombre parado ahi afuera, tan flaco como era, tan animal como era, tan lleno de todo como era, y lo asió con los ojos y con el alma, y el alma de Martina se estrujó en el tiempo y en todos los tiempos, y cuando suspendió todos sus movimientos, cuando dejó de ser para abarcarlo todo, entonces cerró los ojos, y cuando cerró los ojos toda una porción enorme de todo lo que conocemos, y las filosofías que lo sostiene, se murieron un poco, y la figura del hombre ladeó un poco la cabeza, como quien huele un llamado desde una esquina en una esquina o está esperando un golpe de ala de algodón, y ahi dentro se metió donde fué capturado, sorbido con gentileza, bien adentro de los ojos de la señorita tan bonita, en su pecho transfigurado y reluciente, debajo del pullover, y hacia su vientre suave y eléctrico , de la cabeza acariciada a los ojos y de los ojos enormes al corazón enorme y del corazon del mundo entero a la usina viviente del deseo.

Y Martina se paraba ahi aferrada a la reja de la ventana que daba al jardin y el jardin que daba a la vereda, con una mano delgada donde no era necesario que corriera la sangre, una mano delgada y llena de viento y cuando abrió los ojos, que eran los lomos de todas las bestias de la historia bíblica del mundo, el hombre ya no estaba, no quedaba ni su camisa de jean ni los vaqueros, ni el pelo ni la piel como la tierra roja de nadie, sino solo la vereda simplona que nunca nadie tenia interes en ensuciar de un barrio apartado en una pampa infernal, en el vasoducto de las ánimas del mundo.
Celador miraba a Martina que tenia el pulso calmo. La chica lo veia con esos ojos femeninos que hay en la parte de atras de la cabeza, los de la suposición intuitiva animal, aún intacta, el vello de la nuca sutilmente erizado, trastocado al fin. Al fin. Una sensación de ligereza en la comisura de los labios, una indecisa travesura.

- Se siente extraño - dijo Martina.
- Hasta se me ha acusado de violación, querida. Depende de vos pensar lo que quieras pensar.
- Esto no es una violación. No me siento violada. Pero si las violaciones eran asi, violame de vuelta.

La mujer se tapó la boca, escandalizada suavemente, impertérrita por lo que habia dicho. Se ruborizó un poco y Celador se sonrió. Nunca habia dicho semejantes animaladas antes y aunque tampoco le parecia haber dicho una, estaba cerca, o eso parecia.
Celador se acercó a la oreja de Martina con cara de póker y le dijo:

- Nadie toca a nadie, por lo menos no de ESA manera.

Martina bajó la mano, las dos, a los costados de las caderas, taciturna por protocolo, puso cara seria, una cara llena de luz. La cara de alguien entregado a un grave servicio.

- Y él?
- Él está bien.
- Pero yo lo hice mover.

Martina miró otra vea la vereda.

- O no? - dijo entonces.

Celador anotó algo en su libreta.

- No pegaste su foto en la pizarra de corcho.
- La verdad es que no estoy segura de que sea una pizarra, la pizarra de corcho.
- Importa?
- No sabias vos que las mujeres somos jodidas?

Martina esbozó una sonrisa que de tan breve era inexplicable, y de tan inexplicable era por siempre jamás.
En la mano tenia la foto, en la foto estaba el hombre tigre y la mano se levantó con la foto, que fue llevada por las piernas de la mujer hacia la maldita pizarra, donde con una maldita chinche amarilla colgo la maldita susodicha foto, y cuando estuvo en la pizarra con el resto de las demas fotos, Martina se acercó con lo poco que le quedaba de ese hálito santificado en la boca y le dió un tierno y suave besito, con unos labios en una boca perfecta que de tan timida que habia sido hasta del infierno la habian expulsado.

lunes, 9 de marzo de 2015

AUTÓDROMO


     Emocionantes sensaciones en cada giro...!

       BROOOOMMMM!!!

los autos son como torpedos llenos de gasolina, tiemblan las gradas
RRRRUUUUGEN LOS motoresssszzzzzzzzuuummmm!!!

El que va primero le va ganando al que va segundo porque
VA PRIMERO RRRRRRIIIIIÑÑÑÑÑÑÑÑÑUUMMM!!!

                              FFFFDDDZZZZZZRRRRAAANNN!!!

                                                         pruuummm PFAC PFAC PFAC!

                              Terrible el rebaje de cambios, de doscientos a cincuenta
        en solo un segundo y medio y de vuelta a trescientos!

locos, locos estan en las gradas, chupando naranjús y rascandose las rodillas!

            La señorita de la sombrilla en su traje ajustado se toma un Cinzano
    y un sexagenario perdido se persigna ante el peligro y el pecado!

              BBBRRRRRUUUUUUMMMMMM!!!!

    Los pilotos con sus nervios de acero, las maquinas aceitadas al rojo vivo
            no sucumben a la presion máxima!

             Cuarenta y cuatro grados de fiebre en el domingo en el autodromo
        cincuenta y cinco niños decapitados sonrien a los helicopteros del equipo de televisión

    RRRRUUUUMMMMMMMM BRUM BRUM BRUM!

       Nunca se ha visto tanto vértigo dentro de lo que la calma es al magenta
                 se presume rojo
    y todo es un vórtice de plata y amarillo!

                                       bardaaaaaaahhhl bardahhhlllll BARDAHHHLLL!!!!!!!