jueves, 19 de septiembre de 2013

MANUAL TACTICO DE REPARTO DE VOLANTES 2013.



Uno los ve venir. Serè breve, estoy debil. Uno los ve venir. La edad. Es joven es viejo. Las caras desde lejos, el sol, es un buen dia para la buena predisposicion. Unos vienen con carteras, con carritos de bebè. niños de la mano. Muchos hablan por celular. Un celular es un telefono pequeño. Suelen ser negros, o del color de la plata, o colorados. Algunos estan muy serios y no tienen cara de buenos amigos. seguro que disfrutarian rechazandonos solo por jugar al amo y al esclavo. Yo siempre acepto, soy de naturaleza bondadosa, aunque me duela la vida, y la vida de ustedes tambien. Uno los mira, yo los miro a ustedes, yo desde mi columna rota, desde mis pies de terror. Los veo venir y los mido con mis ojos. Todavia puedo ver. Los veo venir y pienso, estarà muy viejo? Serà demasiado joven, tal vez arrogante solo para lastimarme como los poderosos que se vienen enfundados en pana, en zapatos italianos? Yo los veo a ustedes y puedo decir que son buena gente o que tienen el alma de piedra. Los veo venir con sus bolsas, sus peinados, sus dolores, ete aqui una cara hinchada por la gordura, morena como un bollo, ete aqui un pelo rubio, arrugas por demas, pantalones demasiado ajustados en una mujer a quien se le ha acabado el tiempo y se niega a aceptarlo. El tipo de mujer que sabe como volver loco a un hombre. El tipo de mujer que solo podrà con simpatìa. Anteojos oscuros, alma de robot. O esta otra, suave como una taza de cafè, como una musica limpia, como morder un tomate mientras dan vuelta los perros en los montes, esnifando el chorro de sol que podria caer del cielo. Este otro, calvo, afeitado riguroso, con la mirada de aguila y su equipo de gimnasia, seguro de si mismo, probablemente atareado esquivando la solteria pero inefectivo por el momento, vive vestido de rojo, lo tiene todo cronometrado. Sabe que se morirà algun dia pero por el momento a la muerte se la ha llevado la palabra nunca. Y estas otras, viejas, alegres, ya han dolido, algunas, otra solo estan ahi paradas envejeciendo, o inclusive no tan viejas: estan en un intermezzo hacia la locura final, lo han pensado pero les atrae mas la locura de cortar lechugas o salvaguardar a sus parvulos enseñandoles tacticas evasivas del dolor a travez de saltos, de maromas del nervio, de caprichos como metodo para sortear el mundo a travez de quienes no sepan no entender el mundo. Las veo mover sus bocas pero hasta ahora solo dios sabe de que estan hablando. No quiero escucharlas. De solo verlas mover sus cabezas y sus mandibulas el pensamiento de sus sexos ni siquiera se asoma por mi mente. Yo canto un tango: Sur. Por dos horas casi... Otros son jovenes, bien acicalados, limpios, se visten de remera y pantalon verdes con sendos escudos a un lado de la pechera, quinceañeros, tal vez ni siquiera eso. un ensayo de bigote. Son muy jovenes. Trato de acercarme a ellos, pero tambien he tenido quince años alguna vez, y fallè miserablemente, mi suciedad de adolescente rechazado me impide ser puro y tender la mano, tratar de alcanzarlos con mi idea. Que en realidad es la idea de alguien mas, por la que me pagan. Los veo venir y de vez en cuando tiendo una mano, me miran extrañados. estoy impuro, sucio, manchado de falla, de error.Mi error es imperdonable: lo tengo escrito en la cara. Las adolescentes son algo peor. Orgullosas y altaneras, pequeñas aprendices de colifatas. Me miran como si quisiera violarlas, yo, que soy tan bello y tan delicado. Con mi melòn pelilargo y mis extremidades cascas de hipopòtamo, con mi cara de, oh,  quien ha venido a mi cumpleaños? Toda la gratitud del mundo no es suficiente para alcanzar a quienes activa y participativamente dejan de sufrir para aprender alguna suerte de homicidio. Pobres de ellas. No las compadezco, porque las he sufrido. De vez en cuando, alguna acepta. Y alli va. Con su falda azul, sus piernas afeitadas y el pelo largo y lacio detras de la espalda cayendo hacia el culito. Muchas gracias de nada, digo yo para mis adentros. Ni que me importara en lo mas minimo. Una buena sobredosis de algun show demencial de concurso de canto en algun programa de television podrido te va a a hacer el bien que necesitan todos excepto yo. Pequeña alien sin compasiòn vàstaga de la distorsiòn... Hasta luego niña, no remorse. Dorada, aunque para mi, resistible, inclusive aburrida. Frenos, zapatos, todo el paquete. Prevenido por el diablo, este pobre diablo, desbandar angeles nunca estuvo tan bueno y tan triste. Otros, hablando de otra cosa, han crecido. Aquel ya esta peinando los sesenta y cinco y quiere ser acordeonista y parvula los viajes astrales conel aliento a cebolla y la cara como una màscara malsana, y esta otra ha pasado los treinta y es extrañamente amable, y esta otra tiene la boca arrugada pero tiene un rictus severìsimo y solemne que podria hacerme el dia, cualquiera de mis dias. Està de celeste y es un poco huesuda, pero tiene este aura de que ha vivido y su gesto me recuerda a una grave sinfonia. Se sienta en un cantero con su cartera negra y sus facciones cortadas a cincelazos y me hace acordar a alguien que conocì que probablemente se estè cagando de hambre y aun tiene esta misma cara. Buena gente. Es bueno saber que todavia quedan. Y este otro que se recuesta sobre el cochecito de bebè haciendome pensar que no son bebès lo que vienen a buscar sino niños que todavia no han permitidos haber dejado de ser bebès, criaturas de pelusilla negra sobre la cabeza, o rubia, cortados a tijeretazos en un campo de concentraciòn de niños y de peluqueros de niños que nunca aprobaron el curso nazi de peluqueria para niños, y asi estan los pobres, un tanto estupidizados por el alboroto, maravillados calcinados por el griterìo, zumbados por la locura de los faldones primeros de la vida, saliendo en tropel o en pequeños grupos, alegremente hacinados, sorprendidos por la vanguardia tardìa  de la educacion privada. Yo los he visto y los sigo viendo. Puedo sentir sus cabecitas, de la mano de sus mamis y papis, contenidos ellos y los ellos mas pequeños, y aunque yo piense que sus mamis y papis no parecen ser mucho, de alguna manera lo lograron. son mis secretos ganadores del dia. Empero... no hay mayor declaracion de duplicidad que tener un hijo y criarlo pensando que va a ser mejor que uno. Ni siquiera sè si son gemelos de sus profesores, de sus genes. De sus porfirios. No los toco, casi no los miro, pero puedo sentirlos venir y escucho sus gorjeos, o su llanto, y todo lo que hay en mi alma y en mi cuerpo se estremece de nostalgia animal, desfallezco al punto de alejarme, de concentrarme una y otra vez en esos hombros de por allì o de las manos de esta aquì. No soy un amigo, soy un intruso en la heladera ajena de la vida, soy la cara desencajada en la fiesta del mundo. Yo soy el visitante. Los veo venir con sus achaques, perdidos en sus pensamientos, en sus bartulos en sus paquetes de sobrevivencia ambivalente, en sus cruces de salvataje, emponchados en magma/asfixia, embotagados en sus conversaciones que se sobreextienden por toda la vida que dios les de, puedo ver sus gesticulaciones hablando como locos, o callando con todo el dolor del mundo con todo el peso del mundo o con la ligera pluma arriba en la osamenta, castigados o no, caminando sin placer, en transicion hacia algun AGUJERO nuevo o viejo, hacia sus bùnkeres a travez de la tonelada de concreto al lomo centimetro a centimetro de la cuadra y yo los miro, profundamente,  y se que el sol de este dia no vale nada para ellos y por eso los respeto, son animales en un mundo donde la fiesta obligada de la primavera cae sobre los miserables designados del mundo, yo los veo venir con una bolsa de plastico o con un sobre con radiografias o preguntando por un hospital odontologico o simplemente me piden un volante o me espantan y mientras el mundo se parte al medio por la nueva vieja bomba atomica que teniamos en el bolsillo esperando la ocasion, paso el volante de mi mano terrible a otra mano terrible y es como si todos los flamencos rosas del mundo sonrieran, como si la muerte fuera algo conversable, y si bien no hay saciedad, pagan veinte pesos la hora, y yo eso lo necesito para comer, para respirar mejor, y estos ojos yo los necesito, los necesito como todos necesitamos beber agua, como quien necesita la lana y el abrigo de la lana y los besos y los que no necesitan los besos tambien estan aqui, empalados en la paternidad, sin problemas odontologicos, con los dientes apretados y las necesidades basicas perennes cubiertas, las crucifixiones de menester cubiertas, relamiendose y rumiando algun posible batacazo presente o futuro, pero esos no quieren nada conmigo y yo tampoco quiero algo con ellos, pero extiendo la mano y ellos se inmutan solo imperceptiblemente con un ademan microscopico y frio y profesional y proactivo, yo?, chocho, ser discrepado por un mierda añade diez segundos de felicidad absoluta a mi alma y diez centavos a mi cuenta bancaria raquitica. Oh si, querido mio, yo los veo venir con sus bolsas y sus bagajes, empalados o ungidos, receptivos o caldeados mientras la avalancha de mierda se viene hacia uno y hacia vos, y hacia vos tambien y todos somos uno, excepto el quìa que suscribe, todos buscamos algo para hacer: aqui, esto. Yo con mis hombros cargados y mis maneras cordiales, vos con tu vida. Que mas decir. no digas nada, yo ofrezco, vos tomàs. Asi ha sido la vida siempre. Y es Tommy, y Nahuel, e Isaias. Audibles, harto inocentes parvulos ejecutores de un malñana que nos empalarà por el resto de todo el mundo por siempre jamàs. Es un buen dia para recordar. Es la noche mas negra que se haya visto jamàs por aqui, en este interior. Y a esta ya la he visto y a esta otra no y esta otra me lo recuerda y es un panegìrico amable, el unico rechazo por el que vivo a costa de e peniques y dimes y diretes que son siempre conversables en la ultima fraccion de segundo y veo las manos y me acerco a mujeres que tienen el corazon mutilado y a hombres con los ojos como làpidas nuevas y a estas otras que no saben como tostar un pan de los dos lados pero estan de pie, compuestas, y soy un cristo pequeñito al que se le hace decir como quien empuja una marioneta con los finos, edibles hilos de la msimisima vida, que no le importa lo que hace.
Tengo buenas y malas noticias para vos. Estoy a punto de convertirme todo en luz. No me digas que no, ahora soy todo luz y estoy aqui. No te rias. Solo tomà. esto. Guardalo. Tiene cien mil años en la espalda y por la noche se enrosca como erizo mientras  la gran fiesta exterior se extiende por el universo como una gran broma de dudoso color.
Entonces digamos, suavemente: Un dia en la vida. Quise, amè con locura, fui castigado. Pagarè el precio, y deberè por el resto de la eternidad.
Los veo venir. Son tropel. Son ellos contra mi y he dado a luz a una extraña criatura: tiene diez mil metros de altura y acaricia a las otras criaturas, blandas algunas, con las comisuras duras algunas, criaturas vivientes en el eterno azul profundo... no sabe èsta misma que podrìa ser elegida ora para ser bendecida, para ser instrumento de una total destrucciòn. Siento que he pasado estos dias y que la absoluciòn de todos es imposible. Solo tomà esto. Es la pìldora, la cura de los dias, la sal de la tierra. nunca volveràs a verme, nunca sabràs mi nombre ni recordaras la sospecha de que en las noches en las que yo vivo hay un monstruo que te coteja para que sobrevivas. Adios, compañero humano, adiòs. Bon voyage.... si solo supieras las cantidades inconmensurables de amor que he guardado solo para vos, che. Adios, amor, adios. Cuidado.
Cuidado.
Vos te das cuenta, estupido, estupida, del inmenso amor sin apenas conocerte?

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