martes, 9 de febrero de 2016

LA TRISTISIMA HISTORIA DE LA CAMA VOLADORA

Tengo una cama con ruedas
que va a donde vos quieras
siempre que me quieras a mi

Tiene alas, tiene, la cama
vuela a la noche por el cielo
riendose de la irradiacion de las estrellas

Por el fresco de la noche te llevará
a donde quieras entonces cuando ya no tengas
ningun lugar a donde ir

Cuando estés a medio fuego
cuando se te moje la polvora
por el aburrimiento
o por la deserción de un mal amor
o por la vieja que grita a la bolmbilla de la luz
en el techo o
porque papá se pone las medibachas de mamá
o porque un viento del norte
filoso como un bigote de ballena
te desfiguró la cara para siempre jamás
una noche de verano que no esperabas que fallara

Mi cama puede darte una sopa
intangible cuando te acuestes al lado mio
pero solo se tragará la desesperación del hambre
si te ponés boca abajo mientras te acaricio la oreja
con el pulgar y te canto bajito

El diablo simpre te da unas cartas raras
y cobrar te va a cobrar todo lo que perdiste
podés esconderte en estas mantas sucias por un tiempo
tomar aire, recapitular los errores imperdonables
que te parten la espalda y te quiebran la mente

Podemos hablarlo y charlarlo mientras nos
traga la noche y nos unimos a la caravana celeste de los
imperdonables
ver por la ventana antes del despegue
como medio Buenos Aires se prende fuego
con esos patéticos masturbadores
esos hambrientos estrictamente dentro del programa
podemos escuchar el sonido de ningun grillo
establecer la tregua necesaria para repensar
que cualquier cosa que hagamos es obsoleta
excepto tirarnos vasos a la cara y tropezarnos borrachos
entre ángeles de mugre

Esta cama ha cobijado un par de cuerpos antes
explosivos, cetrinos, hartos de todo
y han dejado en la superficie del colchon manchas y esencias
aceites de ayes y agujeros de cigarrillos
y cuando lo han dado todo por perdido
despues de que el timer se derritiera en lagrimas
el hueco de las posturas mas calientes fueron alisadas
por los enfermeros-gusanos de turno
los passiflora de la carcomedura de la insanía que a
mi no me teme

Pasate alguna noche, o algun dia. 

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