sábado, 21 de diciembre de 2013

2014: Sin ternura no habrà testigos

Fue un buen año: tengo mamà, hermano, novia. tengo amigos copados. Por lo pronto me acompaña la salud y la idea de que tengo que fumar menos. Plata no me sobra pero como soy muy pillo y funciono a 9 volts no me puedo quejar. Tengo casa, y tengo guitarras y musica para hacer. La tengo a Laura para que me haga mimos. Tengo un ventilador y piernas para caminar y plazas donde acostarme en el cèsped cuando estoy cansado de estar aqui dentro tomando sombra como un champignòn. Tambien tengo calor y cuando llega el invierno tengo mantas para taparme, almohadas para relajarme, tengo ojos para ver los autos pasar y chocar en la esquina. Se me cae el pelo, pero crece la sabidurìa. Puedo sentir, a veces demasiado, pero puedo y DEBO. De otra manera no puedo funcionar. Puedo urdir planes tremendistas y fascinantes, puedo extasiarme con las formas y ser un ser humano complejo y explosivo. Puedo soliviantar y puedo ser curado. Los amores van y vienen como tromba, el odio no es excluido y se lleva lo suyo. Tengo libros para escaparme y notas musicales que se elevan al cielo en las noches mas solitarias y desesperantes. Botellas de vino y botellas de agua fria. Una bañadera llena de agüita fria para el verano, duchas calientes en los otoños de encierro. Microfonos para salivar. teclados por donde pasar mis dedos famèlicos de aventura. Tenedores de plastico y ollas de teflon donde las cucarachas toman baños de luna cuando apago las luces.
Y por sobre todo: el amor.

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