viernes, 10 de enero de 2020

El nene negro, con su mascara de poder bien afilada, delgado y muerto de hambre, ignorante, le vende postales folcloricas a los capos ricos asiáticos de San Telmo.
Algo se ha perdido en su corazón negro que ya no dibuja, sino sueña que delira, para dejar de tener un padre y convertirse en otro.
Ha perdido sus poderes, porque no crea, sino que inventa.

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