miércoles, 23 de enero de 2019

EL SUICIDIO DE UN AMOR


Por un tiempo te parece que es normal
o que te ha escupido en la cabeza una deidad
brillante

vas, compras las cervezas, el café
las toallas femeninas
te despertás a las nueve de la mañana y todo es
radiante
hay una voz ahi dentro
y es la verdad completa por unos setecientos días
de todos eso que baña tu living cochambroso
no te duelen las piernas ni la garganta
y la charla es maravillosa
y cada palabra que te permiten sacar de tu boca
parece una absolución tan final
que uno duerme por eso
hace el amor por eso
pasa la aspiradora por eso
mira el celular arregla y limpia la heladera
tiende la cama
se cepilla los dientes
se pone ropa limpia y se peina

entonces
lentamente
como siempre
hay una pequeña ausencia
una ausencia de un día solo
en donde todo parece llegar unas pocas horas tardes
ese balazo imperdonable del detalle misúsculo
o una risa de ella que se queda adentro de su cara
y vos te das cuenta y te quedás congelado de terror
y esos ojos de amor se callan por un momento
quedan suspendidos en los tuyos
en un reclamo de un milisegundo
las palabras correctas no han sido dichas
los besos han empezado a ser imperfectos
la companía se ha hecho un malezal
y te dan ganas de gritarte a vos mismo el grito conocido
y es lo mas doloroso
es el primer silbato de salida de ese tren
tan legendario y viajado por una sola

y entonces ella empieza a aparecer menos por casa
cuando le das un beso mojado en la mejilla
ella hace una mueca de asco y tedio
no quiere besar tu saliva putrefacta de tabaco
la ves dejarse crecer los pelos de las piernas
- Es invierno, dice ella, es normal
y el invierno dura hasta diciembre
tres mil kilometros por debajo de el Ecuador
y a vos no te importa
es vive y deja vivir, no?

entonces vas a una fiesta y la ves sonreir a mandibula batiente
te das cuenta que con vos ella nunca se ríe así
se pinta los labios para la ocasión
y cuando se acuesta en la cama con vos
te da la espalda después de un buenas noches trágico
flaco, donde todo parece pender sobre una fauce
inapelable

y entonces le tomás el hombro
apartás el pelo enmarañado cadamente posible
le das un suave beso en la oreja y
las palabras salen de tu boca
como sale la última palabra en la mente de un ahorcado
TE QUIERO
y ella ya está dormida y vos pensás
ok
va a ser la última vez
no cojo mas, nunca más otra
solo tengo que encontrar una forma de decirselo de una buena
vez y solo tiene que encontrar una forma de decírmelo a mí
y al otro día la ves cepillandose los dientes antes de ir a lo de
un amigo
con todos los bríos del mundo y pensás
esto es extraño
las piernas encremadas
las uñas limpias y pintadas
listón en el pelo
y la sonrisa hacia ella ahi abajo mientras ella ya está
trepada al colectivo en la ventana
algunos mechones rubios ondeando al viento
debe ser un souvenir de algo que ella lleva consigo
a todas partes
y cuando ella entra en la casa
otra vez
ofrezco un café
un aperitivo
mi sangre
y pensás
solo unas cuatro horas hasta que se
ponga agrio
o te cortes las venas
y empieza a llover a la madrugada
y cuando suenan los truenos vos te despertás
con el corazón en la boca y entonces suspirás aliviado
como si rezaras para vos mismo un agradecimiento
el cielo lo que se está cayendo
y no tu amor por esa mujer
otra mujer
una consecutividad letánica interminable de amores
vividos en agonía impotente hasta el borde de la muerte
es ella
que duerme
tal vez, solo tal vez
sin saber
lo que vos y ella ya saben
las ranas lo saben
los grillos fríos en sus agujeros de tumba
lo saben
hay una puerta extra donde ya no querés entrar
y así es como es cuando se termina
el mundo gira a una velocidad estrepitosa
con las toses de los hombres y mujeres
que no pueden dormir por la noche
las ventanas batientes mientras el cielo llora
tendrán la última palabra
solo para uno de
nosotros dos,
querida

En su experiencia
en su sálvese quien pueda
ella entrará el cuchillo en mi cuerpo
con resignación y alegría práctica
de la mejor manera posible
y una cosa que es muy desagradable
es saber que no la podés odiar
por hacer
las cosas
lo mejor que pueda
uno haría lo mismo
pero ella no escribiría nunca esto.

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