jueves, 11 de octubre de 2018

Desconocimiento total de parte de mi familia. Escuchar de la boca de gente que alguna vez quise de que soy un mala onda y, descortés, que no la remo como se debe, en especial de gente que si me pudro muerto en una cama por un año ni se entera y después llaman a la municipalidad para que no se manche el parquét a la hora de la vente de mi casa, etc.-
Me doy cuenta de que, igual que yo, no son ninguna joya y que también no tienen un puto pesebre donde caerse muertos. No les debo ya nada y nada me deben a mi.
Si viene la muerte, no me importa.
Tengo mis canciones y de vez en cuando, cerveza.
No tengo ya amigos, y, si me pongo a pensar, con todo el lomo que le pongo con paciencia y tragando insulto tras insulto, de que me preocupo? No están a la altura.

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