lunes, 1 de octubre de 2018

BA, 1ro de octubre, 2018

Imposibilidad de la escritura. Escucho musica o videos hablados mientras hago esto. Mi voz se cae. Me apago y me prendo muy de vez en cuando. Imposibilidad de pensar en mover los brazos para hacer un cuento de seis o siete paginas, o cuatro, o dos. la realidad supera a la ficción, la aplasta, la sofoca, entonces se imponen el letargo y la imperiosa necesidad de encontrar un oasis donde solo el dormir o el comer parecen tener sentido. Se impone cerrar los ojos. Ultimos dias de el invierno. Llueve mucho, la puerta de el balcón se cierra mal. He arreglado la persiana en caso de que cedan los pestillos/traba/loque sea en la puerta de el puto balcón. Gozna y chilla con el viento fuertísimo. Me asusta. Estoy paralizado. Duermo mal, quiero dormir mas. Quiero comprar una bicicleta. Pienso en dinero, la sensación falsa de dinero. Que tengo, que no tengo, que me ahogo. No paro de fumar. Tengo casi 44 años y medio. No me hago mas joven. El espíritu se resiente un poco, hay confusión, horas y días pródigos en sentimientos de angustia, sensaciones terriblemente agridulces, preocupaciones que me carcomen el corazon y me dejan débil, espachurrado, medio muerto y perdido en el olvido de todo. me deshago, mayormente masturbándome copiosamente, comiendo mucha comida horrible y tanteando el terreno de lo cpoc que me queda de corazon sano. Hace diez años que vengo amagando con ir al médico. Pero a quien recurrir? No he ido nunca a mi medico de cabecera. No se ni su nombre. He tratado de llamar. Sin resultado. me pasma y me inquieta y la odio o lo odio, sea quien sea. Sentimiento de desnudez total. Amo la vida, pero puedo sentir que donde sea que more la completud o ese rellano de apacibilidad, definitivamente solo me queda rascarme la cabeza, perdido y en total confusión.
De vez en cuando saco un poema. Cada seis meses tal vez escriba un cuento. Sensación de impotencia. Hace dos años me sentía mas fuerte. Miro las pelicuylas y veo esos arboles verdes, esos prados de tv, esos océanos, esos desiertos, y yo me muero, cagandome de hambre desde los dedos y desde los ojos. Temo.

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