lunes, 15 de julio de 2019

Buenos Aires, 15 de julio, 2019

Resaca. Ayer me excedí de piola y me bajé un tercio de botella de ron, solo agregandole agua y hielo. Soy un peso ligero con el alcohol. La cuestion es que estos dias encontré, de mala manera, la sección de bebidas blancas baratas de el supermercado. Hace una semana compré una botella de ron, me la bebí, después compré una de gin, que es la cosa mas asquerosa que hay en el mundo, me bebí casi toda la cosa esa, la mitad con agua tónica, y la otra mitad con hielo y agua. Hace unos dias otra botella de ron, marca "New Style". Creo que lo hice por los nervios y puramente por el efecto narcotizante y estupidizante de todo el asunto. Paso las noches solo y me aburro, y el aburrimiento y la soledad me duele. Mucho. Entonces decidí tirarme una real cana al aire y emborracharme medianamente por tres o cuatro dias, creyendome en todo derecho a terminar cayendo redondo en la cama sin capacidad casi de taparme estos dias helados que pasaron sin misericordia por esta excusa de tapera que ya se ha convertido mi casa.
Ayer bebí muy de mas, desde que cayó el sol,  y a eso de la medianoche ya estaba bastante del culo, locuaz conmigo mismo y frustradísimo, mandando mensajes de chat a cualquiera solo con la expectativa de conectar con alguien, desesperado. lo único que conseguí fue espantar incluso mas a la gente a la cual asusto con mis expresiones desaforadas, sintomas de frustracion extrema, pesadez, verborragia imparable, evidente desaforo, y otros etcéteras que ya evidenteme pero inexorablemente me llevan a estar mas solo, mas alienado y mas triste.
Hoy por la mañana tuve un acceso de vómitos que me dejó despatarrado, no pude mover los brazos por unos minutos, mi pecho parecía explotar junto con mi cabeza, toda la basura de comida que ingerí el dia anterior se fue retrete abajo. Antes de vomitar había tiurado la cadena porque había un gran sorete recostado contra la loza. tiré desodorante de ambientes, que formó una espuma efervescente  contra la loza, y con ese vaho químico de rosas artificiales, lancé todas mis entrañas hasta que casi se me salen los ojos de las orbitas. Despues de vomitar cuatro o cinco veces, me miré en el espejo y tenia los ojos casi inyectados en sangre, me caian lagrimas enfebrecidas por la cara hasta el cuello, con baba colgando. Un verdadero asco. El ron restante flotando en mi estomago, bullendo ahi adentro, mientras volví a la cama y me quedé despierto un buen rato, incapaz de encontrar un oriente mientras todo daba vueltas en el asco etílico, esperando entrar de alguna forma en calor, debajo del plumón ya todo desplumado, sintiendo con los pies desnudos la tela donde se hace fina ya sin aislante termico. Sin fuerzas, por suerte, para pensar en prender un cigarrillo. Viendo la pared blanca y sucia y cuarteada de la habitacion iluminarse lenta y paulatinamente mientras el sol afuera se movía por el cielo celeste y gélido.
Quiero parar con la mala vida y salir afuera a respirar, pero no puedo. Siento como que la vida me ha jugado una mala broma. No disfruto este departamento. me siento mal, le temo a esta casa. Todo está atado con alambre, gotea, hace ayes, gime, las paredes se abren, nadie ayuda. Pago las cuentas y sol oatino a sentarme en esta silla, verde, sin manos para aferrarme a la mas mínima solución práctica, y el telefono no suena y todos alrededor mío me desfallecen, me dan una palmadita en la cabeza. Vivo solo, como solo, me cago la vida solo, y la pobre Carla que sufre viendo tambien a todo el mundo alrededor de ella ponerse mas y mas enfermos. Soy un desastre y me siento una tragedia. Solo por las mañanas no me carcomen las horas los nervios, tomo mate, cada dia es lo mismo, fumar una decena de cigarrillos mientras los tontos se despiertan para trabajar, a los chillidos, aullando locos de contento ser mediocres, brutales, perdiendo el pelo y las monedas y dar un golpe de suerte para sentirse la gran caca.
Hoy a la noche fuí a caminar por el centro, por lavalle y Florida. Fué un buen paseo, mne hizo subir la sangre a la cabeza. Añoro con intensidad ABSOLUTAMENTE TODO. Pienso en la vejez de mi tía, en la vejez de mi madre, las veo y lñas siento en mi corazon, con sus intentonas tristes y sus propias melancolías, temo por sus vidas. Yo soy ora el payaso o el idiota, me han designado, asentí, callé, me retrotraje a un estado fetal paupérrimo. Observo mis dias de madurez con un filtro azul, como si el mundo delante de mis ojos fuera el lado exterior de una pecera opiada.
Mis sueños de algun dia tomarme un avión, desde aquellos años en que iba a correr ya muy triste a los lagos de Palermo, con mis pulmones intactos, ver los aviones despegar en el Aeroparque desde el crepúsculo cretácico rosado de los lagos de palermo, esos aviones nunca me los tomé, no vinieron a buscarme y yo no los fui a comprar. Desfallezco. No atino a encontrar una respuesta fija a absolutamente nada. No me hallo. Estoy solo. Lamo mis heridas lo mejor que puedo, pero la lengua se me está escaldando, finalmente, despues de tantos años agrios y extremos.
Que se me escuche con piedad pero sin lástima. Cualquiera que tome esto que escribo como un elogio a todo lo malo debería aceptqarse como un tonto. Por lo pronto, todavía puedo escribirlo, pero ando medio naufragante, y si no lo escribo, se me pudre adentro.

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