sábado, 1 de junio de 2019

Buenos aires, 1ro de junio, 2019, 7 a.m.

7 de la mañana. Arriba. Anoche, 3 horas haciendo un tema. En el sueño, el tema nuevo llevó a un tema de hace unos meses. Me desperté tarareando ese antes de abrir los ojos. Y ahora el mate y ver lo que hice anoche, y hay un link siempre presente, entre una canción y otra, y esas dos canciones me retrotraen a otros temas y me doy cuenta de que son muchos años, y unas pocas notas. Todas las canciones son una sola canción. Es como un bucle, un tren de pensamiento que ocurre y discurre lenta y continuamente sin cesar, como un río subterráneo. Me hace bien. Mantiene mi presión arterial en alerta durante la noche, y mi cabeza no se apaga realmente, pero es un disfrute agradable. Es como estar en un bar a la noche tomando café y viendo los taxis pasar por Corrientes y Callao, pero durante la vigilia constante del dormir y no hacerlo, en realidad. Wow, pero que solemne. Algun día me voy a despertar con un sentido del humor y voy a decir: hey, sentido del humor. Groso. Birra?

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