jueves, 23 de agosto de 2018

DECIR SÍ VEINTE VECES

Nunca me negué a la vida

Incluso contra la pared
empastillado y besando la pintura para despedirme
de un mundo al que no le importa la vida
no me negué a la vida

solo soliloqueaba
con todo el derecho a soliloquear

no sé como lo dicen los alemanes
tan envarados esos punks heridos de congelamiento
o como lo dicen los yankis
tan envarados en su gordura
o como lo dicen los colombianos
con sus perras de tetas de aceite de tractor

no me importa eso
y que no me importe no quiere
significar que niego la vida

cuando pongo a rodar el lavarropas
 cuando me saco un empaste podrido de una muela con un
pequeño destornillador
cuando arropo a mi mujer por la noche
cuando tomo mis pastillas psiquiátricas a tiempo
le digo a la vida que entre por un rato mas

un rato mas es mejor que solo un rato en ninguna parte

a veces me quiero ir
pero la vida no me deja en paz

y si alguna vez me va a dejar en paz
que solo sea por un rato, un rato insoportable
donde canten los sanedrines y se me parta el alma
o sea
como siempre
entre amigos

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