miércoles, 21 de septiembre de 2016

Con la Ingrid




Tarde mas que agradable en la casa de Ingrid Cold, una persona de una ternura infinita, de un corazon magno y lleno de deseos de salvacion, de canciones reptantes, de noches tremulas, de amigos maravillosos y llenos de alegria y de temblor del alma. Ya quisiera yo tener una banda de amiguetes asì. Unidos en concordancia y en musica, enamorados de este mundo lleno de pinchos y dagas, es la unica manera de ser y reconocer. Esta nueva etapa se vive con pensamientos profundos, diurnos y nocturnos, como quien vela santo màrtir por una humana reliquia, por una piedra de irradiacion. Veremos que viene, y no sin temor urjo a los dioses del Olimpo que me den piernas fuertes y una guardia de puños certeros para lo que se viene. Dioses, denme brazos para abrazar y acorazar. Que sea el mundo externo recipiente de estos dos parvulos ancianos que de tanto en tanto aportan al mar una lagrima y una canilla de agua sagrada del Ganges. Que no se sequen las instancias, que sea un camino de viajeros tomados de la mano. Mis deseos de concordancia me llenan el pecho de deseos de descanso y de mateadas, de sandwiches, de tardes calmas. Han visto ustedes que una vez al año, en una fecha incierta, toda la ciudad parece coincidir en hacer unos diez minutos de silencio? La ciudad se silencia. Que todo se aclara y se declara? Que las bestias de sangre pacen al unisono por unos minutos para escuchar si de el firmamento cae la mano de dios para dar la caricia prometida a los malditos? Pues eso presiento. Conozco ese feeling. Me ha pasado, lo he escuchado desde mis oidos paranoides. No es mi mente. Mis orejas son afinadas a 440, certeras, hipersensibles, mi pecho y mi corazon siguen a mis orejas. Puedo comunicar este sentimiento profundo, y me llena de anhelo, de temor, de resacas, de pequeño hombre en la playa ante el tsunami de el tiempo en el que vivo, asombrado, en shock, maravilloso en mi tremulidad. Si estamos juntos, si nos aguantamos, si es lo mejor... como diria Palo Pandolfo. Exacto. Declaro que he sentido y que me he escondido como Jonàs en el vientre de la ballena. Es una ballena de tres ambientes y medio en donde enciendo mi vela y delcamo que hay espacio para este zarpar extraño y maravilloso desde donde las escobillas del animal hay una ventana a un vasto sueño a por tierra firme, un hogar, un pequeño rancho en las arenas de la concordancia.









La tropa de angeles de la venganza estamos buscando a aquellos que pusieron de moda enfriar el amor hasta el punto de un mohìn de la desgracia. Los estamos buscando. Puerta a puerta.




-Fer-

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