domingo, 18 de octubre de 2015

B.A, 18 de octubre, 2015, 5:00 a.m.

Me acordé hoy: una, cuando a principios de los ochentas (o 1979), mi viejo me acompañó al colegio a cuatro cuadras de casa en una mañana gélida y ventosa de dios sabe que mes. él y yo caminábamos en un ángulo agudo hacia adelante, el viento venia de frente y nosotros dos teníamos que caminar inclinados para empujar la fuerza del viento. Mi papá tenia un traje puesto, creo que era un traje de color claro, después se iba a trabajar a la oficina. El pelo peinado a la gomina con sus ondas en el pelo azabache. Chanceabamos y nos reíamos. Mi padre era aún joven, y yo lo adoraba, como lo sigo adorando ahora. Ese fue, entonces, un buen momento. Yo lo adoraba. Lo miraba, y hasta lo imitaba en cierta forma. Aprendia de él, a pesar de que él estuviera melancólico, y bastante triste y solo. Necesitaba una mujer, mi papá. Nunca se volvió a juntar. Si lo hizo, si tuvo otra u otras mujeres, nunca lo supe. Muy solapado todo, envuelto en silencio y tapado con las pequeñas alegrias del dia en un barrio pequeño en una crisis pequeña. Me intriga. En algun momento mi viejo me expresó que él habia sacrificado su vida sentimental en pos de la crianza de sus hijos. Y eso no estuvo bien, Aunque le hubiera gustado, y a mi me hubiera gustado, hubiera sido un poco extraño, porque seguramente vendria el drama, o todo muy solapado, muy debajo de la alfombra. Pero hubiera estado lindo verlo feliz y potente otra vez.

Y la segunda cosa que me acordé, me la acabo de olvidar. Memoria, que flaca que estás.

Acaba de haber un choque de autos hace dos horas. Un Palio entró de contramano por Gomez y entre Pueyrredón y Castellí se dio de lleno contra un taxi. Loco de remate. Chirriar de ruedas, iba a mil. Quedó de costado al lado de un container. No parece haber victimas fatales. Apenas pude salir al balcón a ver. Aterra. Suele pasar cada seis meses. Vuelcos, choques, sangre. Es un barrio completamente demente, pero este cruce de calles es la neuralgia del diablo. Toda esta zona está lobotomizada. Paqueros, putas, cabezas, droga, tongo, porteros mafiosillos, vecinos caracúlicos que llaman a la policia, sonidos de puertas bajadas a patadas, ya no es lo que era, ni el barrio ni mi edificio y dios quiera que yo no cambie tampoco porque no será cosa buena.




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