lunes, 22 de julio de 2013

21 BIS. ENTER THE DRAGON

Se que hay un mundo ahi afuera y es doloroso. Muchas cosas no me gustaron y aprendì a vivir sin ellas, y me rasgo las vestiduras como una loca por el afecto que me causaron... Me relamo con reservas. Me caguè de hambre y pasè frio y quedè lastimadisimo. No tengo lujos y el amor que me doy està viciado y trastocado por la fragmentacion. Huelo, me huelen. Quisiera tener mil aforismos en que creer para callarte aùn cuando estas tan presente en carne como casi todos los que estuvieron. Cuando pienso en vos, en ustedes, suenan charangos y mandolinas de una tristeza indecible. No me alcanza la plata o la filosofìa para apartarla de mis recursos inanes para matar la rabia que siento. El amor vino y se llevò todo, mil estatutos que yo atesoraba ahora son una intavenosa de verguenza y veneno. Ves ese cielo azul escondido detras de esta lluvia gruesa y fria?, me digo a mi mismo. Y mi crisis de fè, pesando gravemente en mis ojos, empozada en mi alma, contraecho por mis malas decisiones de entonces y ahora, ves estas mandolinas en mis oidos, los trabajos y estas noches en mis manos reptando hacia un lapiz o una birome? Mil charangos suenan mientras este indio lunàtico transpira la toxina loca de su naufragio loco, por ende, deberiamos. Hablo del hueco aparentemente insalvable que se hizo bunker primero, casa con jardin musical despues y ahora celda caliente y mortaja final.  Conozco un pajaro que vive bajo la tierra que conoce la cigarra en la rama mas alta del arbol, han trocado su grito por su canto y esas notas flautinas por un leve, un imperceptible respiro; navegaciones nuevas que nadie adorarìa.
Si estas del otro lado de la pared, murmurarìas el nombre de mi pecado mortal? El que me convirtiò en un leproso en una tierra triste. Mis manos creciendo pequeñas por el terror del contacto: alambre de puas, cuero de caballo, papel araña de forro de un cuaderno, cuarzo asomando de la tierra, la montaña y el salitre del mar y las vallas y verjas saltadas en pantalones cortos quiebran la piel y matan las infecciones de las heridas dejando una cicatriz pareja, seca, y algo augusta. Solo ligeramente. Un solo pecado, mil, los castigos son proporcionados por los bufones que han comulgado con siervos enfermos, aquellos a los que cagarè a puñetazos si se quejan del sonido de mi tipear.
Tan breve es.
Recuerdo sus impresoras matriciales escupiendo mis dibujos mientras ellos operaban los hilos de màquinas incomodas como yo. Yo aprendia la mancha imperdonable de ellos mientras yo asentìa, hacìa, servìa, conjurando la presencia de mi propio cancer, la mancha en mi propia màquina. Aquì està. Es un cañon, una muñeca vieja para una señorita que ya no debe jugar, una foto irrepetible tan increible que no se puede ni explicar, ni conjurar con poderes de dios o el infierno. Verdadero momento Kodak. Cuando vuelvas, probablemente estè muerto, o probablemente estè vivo. Mas sabio, menos pelo, mas huevos, mas lento, mas economico y cansado, mas provechoso para dar y quitar. Ves? Quitar. Cuando te de mi tesoro, no lo vas a querer mas, lo vas a tener que ocultar, porque te va a asustar. Y si fueras vos mismo? O vos? O ella o el. Voy a tratar de que no te lastime. Jugar con las cartas marcadas es una cosa, saber que lo estàn y jugar es otra. Es el fatum del fatum, es vivir lùcido perdiendo mientras se va perdiendo el lujo del sentimiento.
Pero que bonito.
La vida, los cuentos de la vida y del amor son cosas que pasan entre dos puntos desagradables. No digas que no te avisè.
Y si te preguntaran despues, decì que ya lo sabias.
O sea: mentì.

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