miércoles, 3 de julio de 2013

00. Doble Cero, kilometro cero + 20.

00.

Nada se ha perdido, vieja. Nada tan grande se ha encontrado tanto como esto de estar profundamente perdido. Vos hablàs, yo hablo, no hay mesetas mas amplias que estas de respirar para largarlo todo afuera con la inquebrantable presencia eterna de la duda y tres soliloquios: los adentro, los nosotros, los ellos. Me han dado boca para decirlo todo mal y a vos te han dado boca para encontrar todo el bien: somos dos suicidantes aplicados adentro de un  bote que hace agua fino con una esperanza sin limites.


20.

Una viejita que duerme con el marido en la calle. Tiene la cara cuarteada por el frio, los ojos irritados, pollera sin medias. Hace mucho frio en BA. Esta encorvada, mucho mas que hace seis meses atras. El pelo recogido en la cabeza, la cara dolorida. Hoy la vi entrar a una panaderia con una bolsa de plastico. Agarrò dos cuernitos y una factura. Supongo que el marido, ya viejo, tal vez ya no estè. Sufren mucho. Y ella buscaba plata en la bolsa de plastico. Adentro de la bolsa de plastico, otras bolsas de plastico. Le hice una seña a la dependienta del mostrador. Cobrame lo de la señora. Que? Lo de la señora, cobramelo a mi. Nueve pesos. Su desayuno. Señora, ya le pagaron lo suyo! Me mira con unos ojos negros, la cara roja y blanca (la piel se pone blanca por el frio, dormir en el suelo no ayuda, tampoco). La toco levemente en la espalda. Gracias! De nada. La vida sigue. Estoy pegado a la espalda de mi novia. Lau tiene el pelo como de lana suave, rojo, salvaje. Ronca levemente. Tengo suerte. Tenemos suerte. Anoche comimos churrasco con purè. Esta mañana, facturas con mate cocido. Tenemos suerte. No nos dejamos solos el uno al otro. La vida sigue. Se llevarà lo que haya. Todavia aguantamos.
Sopla frio y con fuerza. Cualquiera caerìa.
Mientras tanto quiero convencerme de que no voy por la vida buscando simbolos para pegarlos en la pared en un afàn de eludir que no he nacido, o de que estoy pletorico de ansias de saberme un nuevo encontrado. Todavia tengo eso de pendejez de que tus simbolos no podrian ser mi respuesta y por ende he dejado de ver peliculas por todos lados. Veo cosas que son cosas. Ya no hay doble significado, no hay triple significado, soy un itinerante que a veces se hace escriba porque acucia, cuando en realidad no creo en nada mas que la mano efectiva. No es necesaria la poesia, ni el simbolo, ni la metafore, ni palabras de palomas maravillosas o de hechizos de amor para comer al final del dia. Un churrasco de vez en cuando, un vino de vez en cuando, un poco de la vida misma inclusive de vez en cuando mientras la botella se va quedando medio llena, medio vacia. El frio afuera, y este infierno aqui dentro. Me van a sacar en pedazos hacia afuera! La ventana se bate loca contra el viento de invierno mientras debajo y arriba otros cuerpos, en relajo... talz vez incluso amando. Pongo mi oreja en la pared, en el marco, ahi donde se haga mas macizo para encontrar el sonido subsonico, el detalle imperceptible. Me atormentan las tormentas, ya no queda nadie a quien culpar... y me dicen las otras voces de otros Señores, esas voces que busco para aliviarme en mi estadìa: quienes se fueron se fueron, quienes permanecen estan lejos, tal vez me piensen enfermo... y se me cae una lagrima fantasma, che. Yo solo los pienso a travez de un voto solemne de perdòn, uno que destrozo a patadas cada noche, cada infierno, dia tras dia, noche terrible tras noche aun màs terrible, mi cuenta... Sobre el cuerpo de mis dias un biombo de semblante ceñudo para no atormentarte con mi violencia, en mi tragedia un soplo de candor piadoso para no contagiarte. Y el pensamiento de que debì morir cuando debì morir, y no morì, y cuento. Soy esta panza, esta camisa, estas manos pequeñas...  ma que poesia? Y toda la culpa del mundo cae sobre mis ojos dilatados y secos mientras veo la basura que se ciñe a mi en mis dias de pereza, y la espera de una enfermedad mas tirante, mas enferma, mas tòxica que se empoce mas en mi. Se bate la ventana y por la noche hay un sonido de cañerias, de tornillos flojos de agua derrochada de relojes que fluyen, un sonido profundo en su siseo gutural, como si toda esta casa fuera el estomago sordo de una gran serpiente monstruosa, y sì, la metafora, ma que serpiente, de infierno esta hecho este monstruo que equivocamente llamo casa...! No puedo mas que acusar las costuras evidentes en este petimetre de vida impresentable al cual acudo a por calor, muerto de hambre, inacabado. Es todo mio, que no es todo mio...alguien tiene la respuesta? Llamenme y diganmela porque esto parece no tener gollete. Tirenme con un zapato por la cabeza. si son dos y estan nuevos mejor. Como la trapecista de Cirque du Soleil, pero sin la gloria, sin ese impacto final, sin la seguridad en el reconocimiento de entre medio de poder aferrarme a esta contrapciòn de la cual no me he fiado nunca, de cualquier manera. Ah, joven Fernando, resoplabas con deleite, aprendiendo profundo... jurabas que tenias alas, que podias hacer crecer alas en cualquiera. Asì de facil, con solo un chasquido de los dedos. El daño ha dejado de ser aparente hace largo rato. Pero saquemos esta frase y reduzcamosla a algo mas concreto, que despues te llaman triste: hombres y mujeres se desplazan a travez de ciudades y del tiempo hacia donde no sean negados nunca mas, con la mas practica paciencia que puedan encontrar y el mayor quilombo luctuoso debajo del radar posible que puedan encontrar, no importan la caida de sendos cuerpos. ..No fuiste elegido.
Y en cierta forma, es un reverendo alivio.

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