martes, 27 de enero de 2015

SKPLUTCH


El "Hombre X", masculino, peludo, zumbado y tontuelo sin preguntarse demasiado por qué, entró al supermercado como quien entra a Auschwitz hoy en dia: sin una verdadera razón para derramar una sola lágrima y a sabiendas de que a menos que corra sangre, va a ser muy aburrido.
Hombre X reprimió un bostezo y distendió los musculos de las piernas: cerca de la entrada un grupo de mujeres, de menos de un metro y medio de estatura, pelo negro, caras hinchadas y mastuerzas, benevolentes, labios de sapo. Se dijo a si mismo que él se habia dicho a si mismo alguna vez, años atras, muchos años atrás: nunca me voy a convertir en un okie de esos. Ahora estaba ahi, con la bateria baja, con canas en la barba, el pelo raleando, el lomo doblado y con ganas de pajearse e irse a dormir. Le pasaba esto a todos? Le pasaba esto a Marcelo Tinelli? Le pasaba esto a Marilyn Monroe, a Joe Di Maggio, a Joe Di Maggio cuando estaba arriba de Marilyn Monroe? Todos muertos. Las Marilyns de el Hombre X nunca habian venido, aunque si habian venido unas cuantas locas de cuidado que atesoraba en lo mas profundo de su corazón, como viejos trofeos un tanto oxidados pruebas de la fuerza y del encanto de antaño. Cada una que llegaba era peor que la otra. Le encantaba. Pero era un poco como la musica... como los recopilatorios de John Lennon en la repisa, eran todos los mismo veinticinco temas puestos en un orden diferente. La clave sería qué hacer, que decir con la próxima, qué finteo hacer, que escaramuza práctica habria de ser practicada para que ese dia fatal no llegara demasiado rapido: el dia que encontrabas en el tachito del baño una toalla femenina usada hecha un bollo mitad adentro y mitad afuera del tachito con la tapa sosteniedola.
Hombre X miró alrededor. Una mujer judia ortodoxa con su peluca obligatoria. Grandes ojos verdes, reprimida, amable, paciente, paridora. En el carrito del bebé... un bebé. Un sujeto de porte masculino con la cabeza rapada con una camisa del Servicio Penitenciario Federal. Hombre, animal, sin demasiadas neuronas, colonia, zapatos italianos relucientes, las uñas cortadas a la manicure. Colorado de cara, seguro de si mismo, una maquina de matar perfecta. Le revisaba el facebook a la hija de doce años dos veces por dia, seguramente.
X paseó por la góndola de productos de limpieza. Trapos de piso a trece pesos (caro) y lustramuebles en aerosol a diecinueve pesos (barato). Tomó un aerosol de lustramuebles. Se cagó en el trapo de piso. Tenia la fantasía, como tenemos todos, de conseguir un dia que la providencia ayudara, un escobillon de un metro de ancho y pasar dos veces con ese instrumento infernal y dos trapos de piso y liberar su vida del polvo y la ceniza de cigarrillos del suelo. Despues pasaria la lengua por el suelo y lustraria el suelo baldeando antes con su propia sangre, convenientemente extraida por una cánula insertada en su muñeca  y esta directamente a una bolsa de basura correctamente sellada con cinta de empaque. De esa manera limpiaria toda la mierda de ceniza de cigarrillo del suelo de ujna vez por todas. Las putas enloquecidas entrarian a la casa y dirian: que tipo mas pulcro, vamos a la cama? Los cuartos olerian a limon, a rosas, a azucenas... aunque X no tenia la menor idea de como olian las azucenas, o como se veian las azucenas, o donde podria conseguir azucenas para olerlas, o verlas o...Hombre X gastaba cincuenta dolares por mes en tabaco vulgar. Encontrar los kioskos mayoristas habia sido un descubrimiento impresionante, los vendedores mayoristas saciaban su hambre de nicotina.... tiraba las cenizas directamente donde estuviera parado... no habian hecho cewniceros lo suficientemente grandes. Nunca. No alcanzaban. Y siempre los perdia de vista.
Pensó en una botella de lavandina, le gustaba esa botella de plastico amarilla con esa caricatura sonriente... tambien pensó en su madre, limpiando el suelo de su casa de infancia. La abuela con las mechas en el aire, pasando la lustraaspiradora, danzando con esa cosa entre el ruido de avión... FFFFZZZZZZGGGGHHHH GHHHH GGGHHHHHH y la luz en la nariz del aparato ese girando y girando.... lustrando y lustrando, limpio sobre limpio...
Giró a la izquierda y se metió de lleno en la gondola de lacteos y pastas frescas. Una adolescente de descomunales y gordas tetas negras observaba desde su metro setenta y cinco junto a su madre, un cacharro descompuesto, las ofertas de ravioles y quesos rallados. En el hombro de la joven un tratuaje de rancia factura con un unicornio y un arco iris se descomponia en un nubarrón de pedorros azules desvaídos. Hombre X vio su pelo, vio su hombro, vio sus tetas, vio sus piernas saliendo todas gordotas de el short de jean y detras de las piernas gordotas salió un niño todo sucio de unos tres años comiéndose un moco reluciente, y Hombre X estuvo a punto de vomitar ahi nomás en el suelo.
De pronto ya no quiso mirar mas a la señorita de los pechos descomunales. En la cara, ella, tenia un rictus de malsana y perversa alegria. Preñada a los dieciseis, mala madre a los diecisiete, loca de supermercado a los dieciocho.
Bien daba que alguien la matara ahi donde estaba parada, si ya no existía.
La sección del supermercado tenia una seccion entera de sucedáneos químicos de cualquier cosa que pareciera leche. Yogur sintetico, leche sintetica, manteca sintetica, chocolatada sintetica con chocolate sintetico, quesos rallados sinteticos a base de granos de silicio y polvo saborizante que recubria el silicio... John Lennon sabia que tenia que cantar lo que cantaba porque si no no vendería un puto disco. War is over? No, its not over. It only just begun... Hombre X, nuestro hombre de hoy, tomó un sachet de yogur sintético por once pesos con la punta de los dedos. Tenia que sacar algo de ahi. Chuparle las tetas a mamá habia estado bueno, aparentemente. Una vez habia tenido una novia que era nodriza o algo asi. Le salian las leches de las tetas, a raudales, y esa vez habia sido la mas sucia de todas, meter la verga ahi dentro, mientras le chupaba las tetas y se le caiaa el la leche de la comisura de los labios. Muy enfermito y excitante. Esa mujer ya no estaba, gracias a Dios. Esa habia sido reemplazada por una que TRAGABA leche, y después esa habia sido reemplazada por una a la que le salia leche de la concha, lo cual estaba muy friki y genial, y esa habia sido remplazada por una que no le gustaba la leche. Ni tragarla ni emitirla desde ninguna de sus glándulas.
Hombre X puso el sachet en el cestito del supermercado y cuando el sachet cayó en él, hizo un sonido extraño: SKPLUTCH.
Avanzó por la gondola de panificados: todo tenia el aspecto de otra cosa mas, muy parecida, pero con un precio muy menor y con envases genericos con los colores de rigor asociados a estas otras GRANDES MARCAS. En su experiencia, encontraba que, aparte de todos los productos patentemente sinteticos y asquerosos, estaban estas otras marcas y productos que parecian ser aceptables, como las latas de salsa portuguesa y los picadillos de carne y de pate de foie (verdaderos tapa-arterias si los había). X tenia que comer cuatro latas de estas al mes si o si: le pasba lo mismo que a Gustav Mahler: si no comia carne no podia componer. X era un prestigioso artista ultraunderground, hacia canciones que enviaba a Estados Unidos bajo el seudonimo de Leuter Friend a una compania editora de temas pop de artistas pop que hacian hits pop. Algunos muy conocidos, como Krasnar Engel o Rhianna Ramone.
Por su ultimo tema, le habian pagado 25 dolares mas el descuento por operacion bancaria. Rhiana Ramone habia vendido dos millones de  discos en I Tunes con ese tema, y Hombre X comía picadillo de fantasia con los cupones de descuento.
El mundo era maravilloso.
Obleas de vainilla, galletitas imitacion de pasta frola, cupcakes de manteca y azucar envueltos en un celofan que a su vez envolvia a cada cupcake en otra pequeña bolsita, rellenos de dulce de leche... de chocolate... los tubos fluorencentes en el techo saliendo como dagas de entre la pelusa y las telas de araña de el cielo raso y el telgopor... alarma de incendios en la cabeza, rayos, rayos! Tambien un paquete de obleas fue a parar al cestito. PRRITCH. Y SKLUPP.
Entonces con toda la humanidad que le quedaba a nuestro antiheroe del dia, con su tarjeta de descuento, con las llaves de el departamento casi calléndose por un agujero del bolsillo del jean, la boca deseando un tabaco...  la salvación, la salvacion por ningun lado y un paquete recien abierto en el otro bolsillo, tambien agujereado, relleno de todo y nada... Le habian recomendado en terapia fumar en pipa, la terapeuta lo habia mirado con ojos celestes enormes: menos cigarrillos, que tal una pipa? No te trates como si fueras escoria... hay mas espacio para dialogar con la vida, seria prudente... tal vez asi... dale una Chance a la Paz. No habia con que darle. La pipa era aparatosa y un poco ridícula de fumar en público. El cigarrillo era un mediador entre la acción estupida y la inmensidad de la nada y la crueldad del infinito. El cigarrillo habia ganado.
Esto es, hacia la cola para pagar. Ahi vamos. La cola se extendia por unos cinco metros. Genial... la cola estaba al lado de los picadillos de carne y los pureses y los paneses y las latas de lentejes y de habichueles. Cuéntamelo otra vez, Silvio Soldán.
Hombre X estaba sutilmente dentro de la Máquina y de la Matrix, pero estaba de todas maneras. Rihanna Ramone enseñaba a las niñas negras a mover el rabo y X no tenia un rabo a que moverse. El humo del tabaco ascendia y ascendia por la noche en la cama, solitario y tranquilo, sosegado por las pastillas, el colchón extenso, vencido, fresco, como una canoa en un rio de metal, como estar rodeado de las estrellas del cielo.
Sintió que algo se le prendia al dedo.
Era un niño de un año de edad en un cochecito. Gran marote, rulos dorados, grandes ojos negros y redondos. Un chupete ridiculamente enorme en una boca apretada y decidida: ese dedo no lo dejaria escapar por nada del mundo porque ahora era de ÉL!

"Lo miré directamente a los ojos y el niño no me bajó la mirada, se me quedó mirando directamente dentro de mi alma asquerosa y ahi se quedó, sin mas. La pequeña manito aferrando mi dedo meñique igual que yo lo hacia con mi padre."

Se dijo Hombre X. El mocosin no dejaba de escrutarle el alma con los ojos y ahi donde entraba todo se limpiaba por un segundo, la maleza y el cancer interno se disolvian y ahi donde quedaba un claro apaciguado y sano y limpio, ahi atacaba el cancer otra vez. Las celulas se destrozaban y se limpiaban y eran atacadas por LO NEGRO otra vez, lo que se dice una batalla en el cielo y en el infierno.
No solia suceder. A Hombre X le habian soltado el dedo muchas veces.

- Muchachito... hola!
- Rafael, soltale el dedo al señor...!

La madre era una judia ortodoxa de unos veintitres años, peluca, hermosos ojos verde claros, un metro sesenta, anchas caderas, a punto de perder su belleza, hoyuelos. Probablemente la mejor concha de todo el rabinato de la Capital Federal.. cerrada con candado para X, goi. Desempleado. Sin fortuna. Sin pene. Sin nada.

Rafael no se inmutó. Hombre X supo que si lo hubiera levantado en brazos todo el local se llenaria de olor a flores, a colonia y a maravilla.
Rafael apretaba fuertemente el meñique de Hombre X sin ninguna intención de soltarlo. Apretaba y apretaba y apretaba... ese dedo deberia de estar genial! Era divertido y solemne al mismo tiempo, pensó hombre X que deberia pensar Rafael con su pequeña mollera.

- Hola Rafael, está bueno el dedo?-, dijo X con un tono jocoso.

La mujer se sonrió y dijo:

- Rafael, que travieso...
- Pues parece que encontro algo bueno y no lo va a soltar, por mi, esta todo bien. Que agarre.

Hombre X balanceó el brazo y Rafael mantuvo el apretón. Era un niño muy fuerte y muy decidido. Sacudió el brazo. No queria soltarlo. Y tenia esos ojos.

- Rafael, - dijo X- tengo que ir pagar mis cosas...

Y a Rafael le chupaba un huevo. Ese dedo era suyo ahora.

X hizo una mueca incomoda y medio en broma y medio en serio se zafó del apretón con un delicado movimiento evasivo. No queria lastimar a nadie.
Se dió vuelta sintiendose muy extraño.
No saludó a la mujer cuando le cobraron las galletas y el picadillo y el yogurth. Tampoco a la mujer que, salida de la nada, le habia prestado su tarjeta de descuento que X no pudo encontrar en el apurón de el pago en la caja.
Volvió a su casa a permitirse ser una planta de color rosado, hundiendose a fines de enero, contra la pared de la bañadera llena de agua fria, mientras detrás del sonido de la actualización de las noticias de la televisión alguien mas allá de la ventana aullaba un largo y demencial grito de auxilio, calle abajo.

4 comentarios:

  1. Cómo me hubiera gustado haber escrito esto yo.

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    1. Facil, anda a un supermercado Dia y quedate ahi hasta que un nene te agarre el dedo. despues volves a tu casa y lo escribis y VOILÁ!

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  2. Le agradezco la sugerencia, pero los pedófilos nos han arruinado al resto la posibilidad de estar en un espacio público a la espera de un contacto inspirador con un infante. Imagínese que, llegado el caso, la explicación no sonaría muy convincente. "Disculpe, oficial, simplemente estoy esperando que un nene me agarre el dedo para luego ir a mi casa y narrarlo en mi blog". En fin. No me haga caso. Mejor usté siga escribiendo y yo lo sigo leyendo.

    Salud!

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    1. jajaja... seeee, seria medio extraño... tratare de seguir escribiendo de lo que pase, no te extrañe encontrar historias macabras, inmorales, deprimetes, y que basicamente perturben todo su concepto de moral, bienestar, salud y concordia. Gracias por la lectura, y atengase a las consecuencias por el hecho de hacerlo. GOOD NIGHT!

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