NUESTRA HISTORIA REAL
Hoy vino a posarse sobre la baranda del balcón
un pájaro de locura
el pájaro de la demencia
vino con un gran escote
ojos pintados con delineador
no muy alto pero si muy bello
aquella a la que amo estaba balanceándose sobre la baranda
negra de hierro del balcón mientras los autos sobre
la avenida corrían como locos en una noche de martes
cuando no hacia mucho calor
pero el sonido de las llantas y el aroma
a pozo de negro de sus pupilas extraviadas y obscuras
me hizo ponerme detrás de ella
sostenerla de los hombros y aguardar
un buen rato
sintiendo la tensión eléctrica insoportable de su cuerpo
entré en la casa, prendí un cigarrillo resignado
y la vi ahi afuera
ella
mirando hacia la nada completamente fuera de sí
en un mutismo de asesinato
recortada contra el silencio y fosforescencia quimica nocturna
de la noche lánguida de la locura
y por un segundo la imaginé tirándose del balcón
terminando con su dolor
mandando a cagar a su padre desaparecido en Italia
un padre con el que hablaba por telefono solo cada
diez años
y la madre perdida en las playas de Necochea
tomando mate en shorts mostrando las várices al atardecer
pensando que es otra vez 1985
y pensé en la pobre cabeza de la mujer que amo
y la vi ponerse un poco de puntas de pié
dejé el cigarrillo
la tomé de los hombros y le dije que la amaba
y de el gran valor que tiene su vida en mi vida
y en como ella podía estar segura de su maravillosa
individualidad
pero ella no respondió porque allá a lo lejos
a la izquierda y arriba en un lugar de Italia
comenzaba el invierno
y en algún lugar del sur inclusive otra persona tampoco
quería pensar de buena manera sobre ella
y así sola como ella está
incluso conmigo
y así solo como yo nunca estoy con ella al lado
algunos escriben poesía
otros hacen canciones
otros se pone muy mucho de puntas de pié
y en el entretiempo
en algún momento de el dia de la noche dormimos
pensando cual es la valía de los despertares totales
y la delgadez de la hoja de nuestro arte
y así
estan las cosas
mi amor.
Hoy vino a posarse sobre la baranda del balcón
un pájaro de locura
el pájaro de la demencia
vino con un gran escote
ojos pintados con delineador
no muy alto pero si muy bello
aquella a la que amo estaba balanceándose sobre la baranda
negra de hierro del balcón mientras los autos sobre
la avenida corrían como locos en una noche de martes
cuando no hacia mucho calor
pero el sonido de las llantas y el aroma
a pozo de negro de sus pupilas extraviadas y obscuras
me hizo ponerme detrás de ella
sostenerla de los hombros y aguardar
un buen rato
sintiendo la tensión eléctrica insoportable de su cuerpo
entré en la casa, prendí un cigarrillo resignado
y la vi ahi afuera
ella
mirando hacia la nada completamente fuera de sí
en un mutismo de asesinato
recortada contra el silencio y fosforescencia quimica nocturna
de la noche lánguida de la locura
y por un segundo la imaginé tirándose del balcón
terminando con su dolor
mandando a cagar a su padre desaparecido en Italia
un padre con el que hablaba por telefono solo cada
diez años
y la madre perdida en las playas de Necochea
tomando mate en shorts mostrando las várices al atardecer
pensando que es otra vez 1985
y pensé en la pobre cabeza de la mujer que amo
y la vi ponerse un poco de puntas de pié
dejé el cigarrillo
la tomé de los hombros y le dije que la amaba
y de el gran valor que tiene su vida en mi vida
y en como ella podía estar segura de su maravillosa
individualidad
pero ella no respondió porque allá a lo lejos
a la izquierda y arriba en un lugar de Italia
comenzaba el invierno
y en algún lugar del sur inclusive otra persona tampoco
quería pensar de buena manera sobre ella
y así sola como ella está
incluso conmigo
y así solo como yo nunca estoy con ella al lado
algunos escriben poesía
otros hacen canciones
otros se pone muy mucho de puntas de pié
y en el entretiempo
en algún momento de el dia de la noche dormimos
pensando cual es la valía de los despertares totales
y la delgadez de la hoja de nuestro arte
y así
estan las cosas
mi amor.
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