domingo, 10 de enero de 2021

buenos aires, 10 de enero, 2020

 Mi madre me iba a mostrar unas fotos del celular.

Antes hizo unos comentarios sobre mi padre, los usuales. Me vapuleó psicologicamente por una hora y media.

Hablo de mi padre y de la familia de mi padre, mal. Como de costumbre.

Yo dije voy al patio a fumar, me fumé tres cigarrillos mientras lloraba en el patio con 33 grados de calor. Me enjugué los ojos y dije, volvé al lado de tu madre, hacewle compania. Mañana le ponen dos esten en las aortas del corazon.

Volví al living que era una penumbra. Me senté al lado de ella.

En la television estaba puesto el canal Encuentro.

Mi madre me dice, te mostraria unas fotos del celular de esta gente amiga que vive en madrid, de la nevada, pero no te las voy a mostrar porque a vos nunca te interesó la vida de los demas.

Dije: me voy.

Mi madre se apresuró a econtrar las fotos que me iba a mostrar.

En la puerta de la casa, le di un abrazo. Un beso. 

"Suerte mañana, me van a tener al tanto"

La vi cavilar, como siempre, navegando mentalmente en su pequeñez pueblerina y viscosa, en sus errores gravisimos del pasado y del presente.

Yo no puedo hacer nada mas.

Mañana veremos.

Lo que sé, no lo quiero saber mas.

me han forzado siempre a una sincronia psiquiatrica. Necesito salir de ese vortex.

Es la sangre, dicen. Yo digo: paren con la violencia.

Ahora, como siempre lo fui, soy un hombre solo, bastante viejo, tecleando en una silla.

Me queda eso. Me aferro a eso. Pero es muy fragil. Jurar sería imperdonable, podrian volver ella, podrian volver ellos.

1 comentario:

  1. Pasan cosas que no deberían pasar y aquello que sí debería pasar ni siquiera es una posibilidad. Y nos quieren hacer creer que así es la vida.

    Yo no compro.

    Saludos,

    J.

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