lunes, 11 de marzo de 2013

Capitulo 10. Lentamente.

10.

Y me cago en Dios.

Es extraño llegar hacia donde estaba el puerto y encontrar esta gran barrera de diez kilometros de ganancia al rio, me trae recuerdos. Recuerdos de jugar al futbol en una cancha cerca del agua y la pelota perdiendose detras de una colina, y detras de la colina escombros y verdìn y yuyos, haciendome doler los pies adentro de las medias adentro de las zapatillas. Y detras de esa colina toda esta montaña de cascotes, deshechos, elementos quirurgicos oxidados desechados, plastico podrido, metal, ladrillos, canulas de enemas, sangre seca, botellines de insulina, bidones con orina. El olor y los fantasmas me atacaron casi por primera vez la nariz. Habìa terror y esa porcion de la ciudad me la ofrecìa para que la oyera, y la cantara.
 En cierta forma, aceptè encantado.
Tomè la pelota y me fui de vuelta a perder en las canchas pre-adolescentes de Sudamerica.
Por suerte solo Buenos Aires me conocia. Con estas zapatillas y estas medias blancas, inseguro, igual que ahora... tratando de entender el juego, perdiendolo siempre, rechazado por los toritos de turno, siempre de vuelta a casa con una revista y la calefaccion y los atardeceres meados llorones babeandose sobre mi cabeza pequeña y primitiva perdida por siempre jamàs.
Todo un show.
No me arrepiento de ni uno solo de mis dias pasados.
Y volver aqui, cerca de esos dias, y de estos otros dias, con una mujer, alguien que se acercò  a tomarme del brazo, casi en silencio, esencial y maravillosa... fantasmas del otrora muerto, resucitacion cardiopùlmonar del otro momento y este momento fresco y la sensacion de una promesa rota, un beso escapado, disidencias. 
Algo aun en el camino.
Estamos los cinco. Damian, cuyo nombre aparece primero. Nunca segundos: Alberto, Estanislao (con su campera azul Adidas de ochocientos treinta y nuevemil dolares encima de su cuerpo tubular), Laura, con su nariz, sus labios, su entrepierna enfundada en jeans grises. Su ternura y su blues profundo y perenne, que siempre me preocupa.
Los cinco. Todos pacientes. Todos salidos del hoyo del abismo, salvados por la campana, la pastilla, un desliz torpe del diablo o un gesto supremo del de arriba que, por una vez o dos en la historia, tuvo generoso buen gusto y aqui estamos.
Alguna vez te diste cuenta de que eras un genio y de que a la parca se le ha escapado algo de los buenos? Ultimamente yo me lo pregunto, al borde del abismo siempre, apretando los dientes, cagandome de hambre, viviendo de patas de pollo podridas y cucarachas bailando elcan can en la heladera, el moho y el agua estancada marron ahi abajo, mientras lo que danza me come y me crea y a la luna naranja, gorda y enorme y danzarina y cantarina le chupa todo un huevo.
La suerte està echada hace rato, la pistola esta cargada desde el vamos y todo solo pocas cosas  son a todo y nada.
Estos jean americanos que me aprietan los cojones me quedan de MA-RA-VILLA.

Cinco contra el chiringuito de choripanes. Hamburguesas, gordas, jugosas, no las mejores pero el precio es el correcto, casi, y en nuestros bolsillos no hay noche de caña electronica o bailes entre amantes. A Laura le jode un poco, yo me guardo todo y elllano se entera que me duele. Siento que la estafo. Solo puedo abrazarla y dejar que se calme el fuego perdido y satanico de micorazon escorado mientra slas estrellas cambian de posicion en el universo. Y pensar en la musica o esconder detras de las horas de la medianoche haciendo esto. Y solo està de vez en cuando.
Somos cinco contra el mundo y nosotros mismos, hechos mierda, quebrados en las barbillas, rotos en las entrañas, pensando en droga o matar a nuestros padres o reproduciendonos o simplemente discurriendo como locos, con pequeños trabajos bienvenidos, con opensiones, con sesiones de vigilador, en el suicide watch de siempre, apolerandonos, con una camperita, evitando el cafè despues de las siete de la tarde, mirando la luna con maravilla y sin desprecio, atragantandonos con sanwiches o galletitas, un refrigerio de sabado perdidos pensando en nuestras familias en los funerales en el ocaso siempre permanente... cuando uno tiene la cabeza rota todo se siente cien veces mas fuerte, la comida se hace esencialmente GASOLINA.
Estamos los cinco aqui sentados en esta mesa grasienta, con nuestras sionrisas, sonrisas desestimadas. Sonrisas lenas de pus y caries y maravilla, sonrisas que alguna vez dijeron al carcelero bastardo: nunca vuelvas a despreciar mi mano amiga... nos cortaron la mano solo por esa osadia.
Cuidado con el amor, ES ROMA AL REVES.
Sentados mientra asciende la luna y en el horizonte se vislumbran un foco de incendio bastante grave. Algo se esta quemando en la noche. Parece ser cerca de una siderurgica que desemboca en el rio, allà a lo  lejos. Lo vi en una pelicula donde todos sonreian. Yo no sonrio. Estoy contagiado.
Esa es una de las buenas cosas de mis cinco o seis amigos: todos saben que sufro, todos me vieron llorar, todos saben del tatuaje de mi brazo y todos saben lo que NO significa.
Eso es muy bueno. Es como este cafè y como esa hamburguesa, es como Hamburgo y Buenos Aires de noche, cordial, ebrio de todo, lleno de aire cuya sola decima parte es aire y las otras nueve decimas son solo la verdad y el vicio y el adentrarse en la ciudad. Nosotros somos de ciudad, nos extraña la arena, la montaña, los tropicos de jugo Tropicana. Que es eso?
- Es el lugar donde se fue mi padre.
- Es el lugar donde mi madre ya no va nunca mas, no lo necesita. Quiere volver ahi, pero nunca estuvo ahi, lo unico que hace es pelarme duraznos y ponermelos sobre la mesa de luz para marearme y convencerme de que haga dieta.
Damian esta de buen humor. Sonrie y charla. No quiere droga, lleva los anteojos puestos y no tiene el rash de la mariguana brotandole la cara. Por esta noche, su madre solo lo llamarà dos veces para preguntarle donde està y con quien. Estanislao se recupera de haber tomado unas cuantas pastillas de mas. Pantoprazol, pastillas para subir la tension arterial. Pastillas para la insuficiencia renal. Ese vasito de carbon activado le hizo bastante bien. Esos maricones que no pagan lo que te deben son unos mierdas, tienen de sobra, excepto para pagar lo que prometen.
Sus viejos no lo molestan, solo lo llevan en taxi hasta a guardia del hospital y ahi lo reviven, todo extenso en esa camilla como es, metro noventa, ciento diez kilos, todas esas pastillas adentro de esa barba, y pegadas en el pelo, pastillas pegadas en los ojos en las corneas en el corazòn y nadie se las puede sacar del todo, y el a veces està muy triste.
Alberto habla, està bien. Me gustan sus remeras porque con ellas puedo hacer dos de las mias, o una manta. Èl es bueno. No se donde se fue todo el mundo por el, pero estan en algun lado. Supongo que aparecen mayormente cuando no puede dormir. El otro dia vino con la almohada marcada en un lado de la cara. Un ojo le lloraba y el otro traspiraba, el parpado y la ojera. Simplemente se sentò y sonriò hasta que le tocò el turno de hablar, y fue terminante pero comedido, razonable pero terminante, y cuando terminò de hablar todos se sintieron mejor, como si al fin se estuviera llendo a la mierda el circo que habia venido a la ciudad, todos sabemos ahora que si hay sangre de por medio, o si nos atropella un auto, Albert solo se irà a su casa a descansar una sola semana, sin llamadas telefonicas, sin esto que delate nada, sin llanto, sin sufrimiento, solo la espera yla espera pintadole la cara a una segunda espera y asi sucesivamente, con eventos o sin eventos. Todos mordemos la bala cuando escuchamos hablar de los tiros.
Los nudillos todos tajeados, cicatrices de abrir a golpes las puertas de las respuestas.
Acaso no te sucede a vos tambien? Y a vos Fernando? Fernando tiene poco lustre esta noche. Hay una gran luna subiendo por el horizonte, una luna media hecha de naranjas y fuego. Fernando mira la luna, se acerca a la luna, Fernando ha soñado con el final y una lua hecha de sangre y falta de gravedad, en la gravedad mas absoluta. Hombres y mujeres desnudos en el fin de los tiempos, cuando el mar ocupe los lugares de los cuerpos desnudos, sobre superficies nunca mojadas, sobre el Nuevo Sur.
En mi campera de jean sobreviven a mi infacia estos nuevos viejos huesos donde he de soportarlo todo hasta que la materia resentida se rompa para terminar con mi gemido y mi blues.

Insisto que no es tan genial esto de las fotos por todos lados, pero me da una esperanza... como un consenso popular realmente imaginario de que alguno podria venir y tocarme la puerta de mi casa y darme alguna respuesta o una palmadita en el hombro, cosas asi, supuestamente banales, si, tambien, supuestamente practicables o explicables... la gente que viaja a la Polinesia en alta resolucion me es diferente e indifierente, aunque tiene cierto atractivo, por lo general aestas altas horas de la noche, donde no hay alcohol y todo esta cerrado y, por supuesto, se me vienen excelentes ideas que no puedo concretar porque todo el mundo duerme o todo esta cerrado o... a esta hora de la noche ocurren solo dos cosas, funerales, escritores, o garche. No me muero (no se por que), escribo esto, y no hay nadie a quien quiera darle por el ojete. Y està bien, pero se pone penoso el que ni de dia ni de noche aparezca esa palmadita en el hombro, aqui con esta pulsera de cobre de mi viejo en la muñeca y la toalla alrededor de la cintura, mientras gotea el pelo largo oscuro y en la cocina las cucarachas trepan por las paredes, y a mi me parecen que cantan, y tambien estan las salas de guardia en los hospitales y los centros odontologicos, y esto de estar satisfecho viene dificil y es duro como galletitas duras y menos que eso, pan duro, callos duros mujeres duras ojos duros y dedos duros y viene el invierno y debajo de mi puerta van a pasar las boletas y los costos como un izquierdazo al higado de MARAVILLA MARTINEZ.
Y tengo miedo de caerme duro otra vez.
Pero alguna fortaleza debe de haber dentro de mi, ya que no escucho voces, a pesar de estar todo el tiempo lleno de preguntas, y de ausencias.
Uno ya no se pregunta que hace a un hombre, que le falta a uno. Uno escucha ciertas musicasparticulares tan de uno que uno ya no tiene verguenza ni verdadera desgracia, algunos heroes, compadre, solo salen de noche. Mientras usted duerme, yo descanso, cuando usted sueña, yo vivo, cuando usted respira tratando de hacer un impasse, mis sueños estan tan alejados de la costra de este mundo, que usted nunca se imaginaria siquiera. Hemos de permanecer asi, asidos a este mundo con un fino hilo conductor, hecho de unas pocas grandes tragedias y muchos sueños de premios, haber sabido que era asi, pocos habrian elegido permanecer en esta tierra extraña y dolorosa. Algunos encuentran buenos trabajos, otros son figuras de la belleza, otros bregan las calles quitandose las ratas de la espalda mientras flotan en una letania interior de pesadilla indecible. Otros son duros, otros son blandos como una madalena tibia y se pegan a tu costado y el mio brindando el azucar y el edulcorante, infalibles, infalibles...
Cosas que me digo digo para hacerme mas humano cuando soy demasiado humano. Cuando cae el atardecer, cuando casi voy a cumplir cuarenta años tirando de taco esta rima que hace el completo de mi hora. Esa hora de la noche, no medicamentosa, en que cierto pedigree en la angustia se transforma en un tema casi INMORAL.

No hay comentarios:

Publicar un comentario