sábado, 10 de octubre de 2020

10 DE OCTUBRE, 2020

Es extraño como uno, despues de dos o tres dias de grabar, se tiene que alejar de la guitarra. tres dias febriles. Tal vez no sea la mejor musica de la historia pero lo sentís en los huesos, te quema, te duele, y quedás vacio, y ese objeto del deseo, cual si hubiera sido fornicado, queda a un lado, vacío de contenido, objetizado despues de ser adorado y acariciado en la mas negra de las noches, cuando ya no quedaba nada, y pasan dos noches, tres noches, y te has quedado ciego y lo único que había al lado tuyo eran seis cuerdas negras alumbrando la esperanza. Y ahi queda la guitarra, a un costado del camino estático, desangrada, hecha un palo vil, inerte y oblicua y anónima, puta acariciada por mil perros, esperando que la encuentres util la próxima vez. Con tantos golpes y raspones de su antiguo dueño, y ahi la he tirado al piso, sin cuidado, sin cuidarme, que hiciste con mi alma, que te hice yo a vos? A veces la gente es como las guitarras, pierde el tenor armónico y queda temblando a la vera del camino, con los ojos en blanco y profiriendo los clamores del diablo, sin lengua aparente, un hilo de voz que se viste de civilizacion para toda ocasión. Dios me libre de este monstruo que he criado como mi único hijo, porque solo yo puedo entenderlo y mi nombre está adentro de este bote, y hace 46 años que hay tormenta, y los huesos me tiemblan, y la voz se hace un hilo, y a al sol no le importa, seguirá girando sin mi cuando yo me vaya

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