Buenos Aires, 14 de agosto, 2019 (bis) 10:40 am

Hace un tiempo pasó algo muy raro: empecé a usar remeras con logos o imagenes de rock. Creo que por primera vez en mi vida. A los 20 añs no tenia plata para remeras de rock que yo recuerde. No tenia plata ni para cassettes virgenes, excepto esa vez que gané cien dolares de premio en un concurso literario en Tower Records. (Me llevé 100 cassetes virrgenes Maxxell.). Ok, de vuelta a las remeras. Voy en el subte con una remera de Ace Frehley y un guacho sin pelo me guiña un ojo. Digo: me asalta un puto, que bajón. No: el vago dice: es la remera oficial de el Tour de Argentina. Yo pongo cara simiesca y le digo: Sí, sí...! (Ni en poedo que fui a ver a Ace Frehley, no money.... ) Salto de escena: remera de Johnny Ramone. En el bondi. Un vago me dice: bien ahi... lo miro. Tendra mi edad, solo que parece un hombre de verdad: alguien con un trabajo, con mujer normal (Carla te acabo de llamar anormal, perdon), con una casa normal, con amigos normales. El chabon me mira la cara con deleite: por supuesto, estoy siendo acosado por OTRO puto. No, no es eso. Son fanas de la musica. Son gente que se identifica con algo que antes yo nunca llevaba en mi ropa harapienta regalada por quienfuere de mi familia. Ahora llevo SIGNOS Y SEÑALES en mi ropa. Los extraños se acercan. Hay un mensaje definido, un lenguaje común compartido que hace brotar situaciones realmente inusuales y extrañísimas para mi persona.
En cualquier momento saco una bombacha de mi ex novia y un vago va a gritar en el colectivo: Ehh, bien ahi! Y desde el fondo del bondi va a levantar un pulgar hacia arriba y eso va a ser el acabose.

Sale de una puerta medieval en una mazmorra en penumbras, con una vela, el viejo ciego de El nombre de la rosa. Asoma la cabeza y la vela y dice: "EL polvo para pies es la clave".