Tenia cinco años
me dijeron: reláx
pensá en serenidad
cerre los ojos puros y vi un
campo de margaritas
margarita como mi mamá
y una abeja obrera buena se
posó sobre la margarita
y sobre la abeja saltó
una mantis religiosa
ungida en una corona de novia
y le devoró la cabeza
la memoria persiste tanto
como los cargos por
asesinato
no volví a verla a los ojos
nunca más.
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