29.
A falta de un Dios, pagano o terrenal, a falta de ìdolos de carne y hueso que no se suiciden, a falta de los popes de las Musicas Que No Se Vayan, yo opto por dejarme llevar por Barney. Barney es fiel. Barney tiene el corazòn de goma eva, Barney no puede llorar porque tiene plastico fenòlico en las pupilas y ahì donde estan los lagrimales, alguien hizo un sutil corte circular para que el paje actor mayor, el actor de la suavidad del fin de mis dias, pueda operar a esta marioneta que aqui suscribe y escribe.
Pienso esto en la cama, en mi gordura, en mi pachorrientez extrema de estos dias, en mi sàbana-ataùd.
Pienso en puñetazos, en cohartadas, en estratagemas post-homicidades que nunca, nunca salen bien.
Barney està parado en la esquina de mi cuarto, al lado del televisor polvoriento. Barney està parado en medio del living, todo pùrpura y enorme, un metro noventa de Barney, todo Barney. Barney-zado. Siempre tengo que dar un rodeo para evitar chocarme con èl, aunque lo mas probable es que yo pasara a travez... Barney es un fantasma, dice la cancion, y BARNEY NO LO ES.
Barney, està ahi parado tapando a mi padre suicidado, que està parado en su camiseta blanca, y tiene cara de cansado.
Mi padre, parece cansado.
Barney nunca se cansa.
Y Barney me habla... muy suave. Es muy gentil. Yo creo que este muñeco loco sabe donde estuve, yo creo que sabe con quien estuve y lo que me hicieron.
Y cuando me habla, lo hace muy suavecito, como si tuviera un corazòn con gusto a melòn muy dulce, con el gusto que deben tener todos los dibujos un tanto torpes de todos los niños que, cuando se les acabò el tiempo, se tuvieron que ir a otro lado, otro portal.
Podès escuchar la voz de Barney? Yo la escucho, y cuando Barney habla, casi puedo saborear las palabras y tocar los colores.
Vennnn... ven con nosotros... ùnete,,, unete a nuestro grupo selecto de vampiros... usamos Audis... jugamos a la pelota... se la chupamos a Jessica Cirio (serious?)... Ven, tomamos Fernet y cagamos gente para alimentar a nuestras hijas... tenemos cuadrillas de fachos para reventar a tus opresores que pugnan por salir del cocoon del miedo general... nosotros pusimos los tachos de basura,,, nosotros filmamos con Campanella... nosotros tenemos una criada negra que golpea al criado albino... todos los secretos nosotros los hemos descubierto y lo hemos encubierto otra vez... ven, tòmate una copita de jerez con nuestro amigo el Viejo Capitan, que guarda el Viejo Renoir, en el viejo Desvàn, del viejo Cavanaugh...
Ven.
Tenemos sujeto al sujeto que hizo de tu alegria un lugar donde pastan llorando todos tus bùfalos, a aquellos que hicieron de el verdor de tu pasto un recorrido de los bondis a ningun lado. La niña de tus ojos a la que respetabas por ser pequeña y por ser niña, nosotros la hemos maltratado lo suficiente como para que en sus ojos de cielo hubiera una mancha terrible, una laja cerradura de cemento final, finalmente... la hemos congregado con el resto de tus sueños simples y le hemos quitado la esencia con un mètodo de extrusiòn infalible, le hemos pedido por favor... pero le hemos dicho que no te lo diga hasta que nosotros te lo dijèramos, pensamos que asì nos perdonarias, que asì vendrias con nosotros, tu, tan acostumbrado a soliviantar a los arrepentidos que bajan el puñal una y otra vez, matàndote, disculpàndote, alivianandote del terror de la vida con la familiar resonancia inapelable de la paz en la muerte...
Aqui en este Viejo Palacio donde mora La Culpa, todas las niñas con sus conejos amigos tienen las faldas rotas y los personajes secundarios todos quieren ser tus amigos mas intimos para asì salvoconductarte directamente hasta el cielo del Perdòn de los Ellos los de Ojos Duros.
Aquì tambien podria ser la Tierra de Caramelo, estamos trabajando para hacer un lugar mas justo, menos sagrado, mas importante, limpiamos la sangre todos los dias... son flores festivas lo que arañan las paredes en este recinto donde ponemos las partes y las piezas en un orden severìsimo, es un coro de niños lo que hay debajo de los pies de los Suspendidos...
Eso que escuchas no son gritos. Asì nacen las mariposas. Aqui nos dedicamos a convencer a los que sueñan con ser viajeros con que la necesidad de viajar es solo un sueño demasiado loco y demasiado solo, un lugar donde la gente solo amerita arreglarse el faldòn de la camisa y pedir disculpas por llegar solo unos minutos tarde al resto de sus vidas.
Aquì damos a parir a las mariposas.
Importamos estas tisanas, solo con un gesto del dedo ìndice, muy ligero... de un lugar al que se llega en barco pero que nunca querriamos que te tomes. No querriamos que nos dejes. No faltes a esta fiesta. Te estamos esperando. Estas invitado. Ese reloj anda muy lento, siempre es demasiado tarde. No te olvides del saco, el reloj, las mentas, las partituras, alisarte el pelo a sabiendas de que està un tanto mal cortado y de que nos es extremadamente trabajoso para nosotros soportar la idea de que seas menos de lo que nosotros esperamos... todo el tiempo. Tiempo hay. Traè el esqueleto, el cuchillo, las tizas, piedras pequeñas de las tumbas que hayas excavado para hacer cuarenta poemas escritos en sagre azul azul azul, medias de poliester desde debajo de la falda de una mañana cualquiera en cualquier lado que nosotros querramos, cuando podamos hacerlo todos juntos.
No te olvides de decirle a los que todavia no han venido, a los inocentes, a los que piensan que tenes un corazon tierno por aproximarte de manera furtiva y apasionada hacia una muerte comun, ordinaria, de zapato barato de entierro de Pami.
Hasta luego Barney.
Hasta luego Alicia.
Hasta luego Bebè Nazi Teletubby.
See ya later, Asteroids Chipmunk Boy.
Y antes podìa. Pero ahora, cuando doy vuelta la cabeza, Barney me sigue mirando. Tiene los ojos muy negros, como si estuvieran hechos de una piedra muy lisa, muy pulida y muy oscura. Y en las manos, en vez de caramelos o globos, como habria de esperarse, hay tijeras, largos mechones de pelo, y a veces tiene puesta una camiseta blanca en los hombros cansados, sobre el pecho pùrpura, y entonces siento un feeling muy extraño, como si estuviera en un andèn de trenes. Como si para dejar de llorar bien pudiera abrazar a la Europa entera.