Mirando los aviones
caer en la ciudad
no son como espejos
son mas bien lo de detras
en cada ser humano
hay un ala de gorrion
que se monta al mando
de un pajaro de laton
la noche cria cuervos
no la quieras prendar
porque en cada cabello sucio
hay un orden sapiensal
escucha los sonidos
de los dias por venir
fotos rojas del pasado
donde no existe el sufrir
escribo en la celda
con mi pluma de pensar
si no digo lo que siento
algo se pondrá anormal
mando un mensaje
a quien quiera ver la luz
no corto mi cabello
no reniego de mi cruz
no hay tiempo de lamentos
no se puede suturar
la vena del sentimiento
quien la querria curar
el hombre encorvado
con la espina desviada
las manos del cruel sarmiento
la mollera torturada
griten los locos al centro
de la estrella fugaz
los rebeldes del convento
emisarios a suicidar
mujer partida al medio
por la fruta que pudrió
los labios abiertos de fuego
por donde derrama la voz
enanos de letra pequeña
recicladores de basura
se casan con las mas hermosas
de mas tediosa montura
la mano que mece al niño
acaricia la barriga
que ofrece prehistorica en la muda
soledad de la alegría
aviones de lata caen
al nacer de la ciudad
pasajeros sin fronteras
puertas tumbas crines de cal
los hombres con agujero dicen
las cartas que hemos enviado
no han llegado mas que en trizas
a vuestro portal congelado
y de la correa una perra
se ha soltado en la lluvia
nadie ignora la sal del corazón
ha partido las gubias
pintando un retablo perdido
del recuerdo de la memoria
con el cuello atorado de lunas
descompuestas de tanta escoria
detras de las colinas en llamas
se retiran los ancianos
con sus diez mandamientos obsoletos
con nueve dedos en las manos
le han pegado al hijo pródigo
en un tren de paja y sangre
en letanía de melena amarilla
en el incendio del desbande
la mujer de la piel dura
se cubre con la piel de los lobos
amortaja en vida a la cría
calor de el cuero de los tontos
de insulto sale un meteoro
pues de la piedra mana el agua
de el niño sale el mazo
que estalla sobre su espada
solo un recuerdo gravado
en antiguas piedras submarinas
para los zombies del futuro
las hienas de hueca risa
destruye a tu dios hombre necio
y planta los pies en oriente
come del fruto salvaje
y deja florecer tu mente
pon el madero en la casa
y dentro de la casa un fuego
detrás del fuego un carnero
y en sus ojos las brasas
lo que retrasa el entendimiento
solo es el párpado del tiempo
la vida es solo un eructo
biselado por lamentos
caen en la noche entre pedos aviones
en los bunkers con tanta pena
el niño coronado de azucenas
y la paridora de corazones
caer en la ciudad
no son como espejos
son mas bien lo de detras
en cada ser humano
hay un ala de gorrion
que se monta al mando
de un pajaro de laton
la noche cria cuervos
no la quieras prendar
porque en cada cabello sucio
hay un orden sapiensal
escucha los sonidos
de los dias por venir
fotos rojas del pasado
donde no existe el sufrir
escribo en la celda
con mi pluma de pensar
si no digo lo que siento
algo se pondrá anormal
mando un mensaje
a quien quiera ver la luz
no corto mi cabello
no reniego de mi cruz
no hay tiempo de lamentos
no se puede suturar
la vena del sentimiento
quien la querria curar
el hombre encorvado
con la espina desviada
las manos del cruel sarmiento
la mollera torturada
griten los locos al centro
de la estrella fugaz
los rebeldes del convento
emisarios a suicidar
mujer partida al medio
por la fruta que pudrió
los labios abiertos de fuego
por donde derrama la voz
enanos de letra pequeña
recicladores de basura
se casan con las mas hermosas
de mas tediosa montura
la mano que mece al niño
acaricia la barriga
que ofrece prehistorica en la muda
soledad de la alegría
aviones de lata caen
al nacer de la ciudad
pasajeros sin fronteras
puertas tumbas crines de cal
los hombres con agujero dicen
las cartas que hemos enviado
no han llegado mas que en trizas
a vuestro portal congelado
y de la correa una perra
se ha soltado en la lluvia
nadie ignora la sal del corazón
ha partido las gubias
pintando un retablo perdido
del recuerdo de la memoria
con el cuello atorado de lunas
descompuestas de tanta escoria
detras de las colinas en llamas
se retiran los ancianos
con sus diez mandamientos obsoletos
con nueve dedos en las manos
le han pegado al hijo pródigo
en un tren de paja y sangre
en letanía de melena amarilla
en el incendio del desbande
la mujer de la piel dura
se cubre con la piel de los lobos
amortaja en vida a la cría
calor de el cuero de los tontos
de insulto sale un meteoro
pues de la piedra mana el agua
de el niño sale el mazo
que estalla sobre su espada
solo un recuerdo gravado
en antiguas piedras submarinas
para los zombies del futuro
las hienas de hueca risa
destruye a tu dios hombre necio
y planta los pies en oriente
come del fruto salvaje
y deja florecer tu mente
pon el madero en la casa
y dentro de la casa un fuego
detrás del fuego un carnero
y en sus ojos las brasas
lo que retrasa el entendimiento
solo es el párpado del tiempo
la vida es solo un eructo
biselado por lamentos
caen en la noche entre pedos aviones
en los bunkers con tanta pena
el niño coronado de azucenas
y la paridora de corazones
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