dESPUES DE TANTOS AÑOS, EN EL 2008, VOLVÍ A LA COSTANERA.
Siempre volví a esa torre persa en la Costanera Sur. A los carritos de la Costanera.
He tenido amigos, se han ido de a poco, como solo. Veo los pajaros cacarear felizmente.
Redescubrí mi argentinidad y el agua del rio, el rumor efervescente y ensordecedor del rio, que es como mil puñetazos benevolentes en el alma. El rio aplca. El rio da ritmo.
MI RITMO.
Elegí el rio entonces, y elijo el rio ahora.
Soy un hombre afortunado: la naturaleza mia se entiende con la naturaleza empírica.
Ojala algun dia se me recuerde por estas palabras, que ofrecen sinceridad, y amor sincero.
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