la frescura de una dama roja
dicho asi como al paso
en llamas y crucificado como perro
en una llanura de imprecaciones de labios cosidos por el viento del tiempo
prendido fuego por la lobregad de los dias sin futuro
donde solo los militares de la sensualidad se arropan los cojones con lana de diamante
donde el baile mas importante es la adoración de una muerte cocaínica
y este que quiere comprarme unos pedlaes para tocar en la iglesia
el diezmo al ritmo, quien no ha querido alguna vez
llenarse los bolsillos con los besos de un cristo hijo de puta
que mata noche y dia a sus pobres corderos descerebrados
y en aquella quinta donde crecen maduros los tomates hay un niño
que asusta a los cuervos que quieren poacer de la inutilidad de mi obra y la tuya
y alguna vez nos hemos reido de esto
alguna vez hemos bailado en una pata como cancerberos de lo luminoso
y a quien le importa ahora si los besos se los ha llevado el payaso profesional
que delgado y en un mutis intelectual hace aspavientos con cuatro muñones y un sexo
largo y rojo
aquella que fue mia ya no es
y aquella a quien yo queria ya no es
y aquella a quien yo pagaba el pan ya no es
no me queda pan
y aquella
el pan
trsite nocion de que lo que me llevo a la boca
es una gota triste de almibar en el ojo de un perro que yace durmiente
sobre las vias de un tren que nunca pasa y cuando lo hace
son sus pasajeros fantasmas los perpetradores de esta nueva fiesta que nunca vi venir
ni a la que nunca fui invitado
no hay baile en el ritmo
en el suelo no esta el plan maestro
y en sus canciones y en la cancion de ella
hay una gota de veneno
y una poca sal diluida en un vaso de alcohol.
Ahora bebo solo porque espero el final
Ahora en el fina espero solo el alcohol
Mañana cuando me levante diré: un dia mas
Y el dia de mañana cuando pase incluso dos dias mas diré: bebo porque hiero
y alkgun dia cuando ya sea lejos el dia de mañana se llevaran las sillas
y la mesa
y limpiaran mi cocina y mis sobrinos, oh, pobre mancha del tio,
especulara poco y nada sobre el acontecimiento.
Eso sucedera cuando todos sucedamos para bien o para mal.
Sucederá y algunos rios seguiran horadando los pies en los terruños
de los que creianse escapados del apocalipsis y victoriosos en su mal
chiste.
Yo los perdono por suicidarme, lo que no les perdono
es que hayan tardado tanto tiempo.
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