En algun momento
a mediados de los ochentas
con mi cuerpo saludable
y mi piel bronceada
imberbe y sin veneno
indeleble
fui crucificado contra los ojos azules
de Madonna
por suerte.
a mediados de los ochentas
con mi cuerpo saludable
y mi piel bronceada
imberbe y sin veneno
indeleble
fui crucificado contra los ojos azules
de Madonna
por suerte.
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