Efigie por efigie
derribamos al padre y a la madre
(alucinaciones!)
al amigo y a la novia
al cacique y al gomía
puñetazo mal colocado al extraño en la mas negra
de las noches
incluso desde este lago helado en el que hundo
medio cuerpo y toda mi alma
te he llamado una institución
y he roto tu corazón,
tú,
que ofrecías tu corazón
las palabras serán dichas inseguramente
entre mocos y torpes adioses
mientras un terco reloj en nuestras venas
es testigo ácrito de nuestras semblanzas
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