No me puedo acordar del nombre del primer portero de cuando me mudé aquí. Ponele que si se llamaba Nazareno no me quedo corto. Aparicio. O Jesuso. O.... La cuestion es de que me acordé de él. Pobre cristo. Tenia en los ojos la rendición propia de quien no puede heir. Hilario? Macedonio? Viejo, rapado, con los iris del color del cielo enojado, sin lagrimas, el mono de obrero, lampazo y trapo siempre en la mano. Siempre trapeando y puliendo. La mujer tenia una hija retrasada de veinte años... mirá lo que me vengo a acordar! Yo siempre era muy cortés con ellos, porque los reconocia de la estirpe de mi viejo: nunca mandarse un moco, respetar y laburar duro. Cosa que yo no soy tanto, por lo menos lo del laburo... pero lo veía. Nunca faltaba una lamparita encendida como Dios manda, todo impoluto, siempre la actividad.... A los sesenta y nueve y medio uno no la quiere cagar. Tenia de mujer a María, que creo inclusive que era de apellido Rodriguez, como yo... ya mayor tambien. Los ojos del viejo. Los ojos del viejo. Los ojos del viejo, grises, y la boca abierta. Es extraño pero lo recuerdo como si lo viera desde abajo, tal vez en algun momento lo vi mirando hacia el cielo, o a punto de cambiar una bombilla en el pallier. mirando hacia arriba, hacia el Redentor. O hacia lo que fuese, tal vez buscaba inspiración ahí en eso ignóto que aporta la magia cuando uno ya pasó la edad próspera. Eso que te salva el culo un dia, y después estirás el chicle y te salva un segundo dia, y otro... y no se hace costumbre, pero si necesidad, el yugo apremia deseos íntimos muy de uno, una vez que aprendés a usarlo, como una droga imprescindible. Mitos y lecciones. Trucos para no reventar como una granada. Levantarte a las seis y dormirte a las 10, vuelta a empezar y así todos los dias, y saber que no podes salir. Esposa taruga, hija retrasada.
Un dia desapareció y lo encontraron al otro dia, completamente ido en otro barrio, perdidísimo, insalvable. Senil o harto de todo. La mujer lo reemplazó. Correría a buscarlo en los registros de Google pero no me acuerdo los nombres, excepto de María Rodriguez, y cuantas voy a encontrar?
Un dia escribí un poema acerca de ella, en la maquina de escribir, lo tiré por el balcón, ella lo barrió y me lo devolvió y me dijo que era bellisimo. Estaba azorada. Yo habia escrito algo asi como que era un desperdicio de carne y voluntades y ella: encantadísima.
Yo la había visto.
Cuando el consorcio la echó por ineficiencia en el cumplimiento del deber, la mina nos hizo un juicio y lo ganó.
A que voy con esto, aparte de que estoy super aburrido como vos tambien ahi leyendo? Pues nada, gente que veo pasar por el edificio. Vienen, van, algunos se quedan. Algunos tantos ya murieron, otros no, otros están al borde, hay vecinos nuevos, algunos copados, otros medio estupidos y zonzitos. Pero bueno, es que veo pasar gente y pienso en este o en aquella. Recuerdo la vecina de enfrente, la del 3ro B. Alto quilombo armaban, peleaban a muerte, los hijos enloquecian y lloraban y yo lloraba detras de mi ventana y mi jermana pensaba que a la pibita la violaban. Posta. Siempre fui muy sensible. El tipo le decía: SOS UNA ARRRPIIIIAAAA, UNA ARRRRPIIIIIAAAAAA... Y entonces se empezaba a sentir un olor a ajo en todo el edifcio: la tipa quemaba eucaliptus y ajo en aceite de oliva para ahuyentar a las brujas. Se peleaban de vuelta, el pendejo aparecia completamente dado vuelta en la puerta de entrada: "Dame un rohypnol", me decia, "...dame un rohypnol....", y yo no tenia nada, ni le hubiera dado, y el olor a pis, se habia meado, después de la curdela, "dame un rohypnol...." La hermana era buena, y estaba re buena. Tendria unos quince años. Siempre fui medio pervertido pero en realidad me la servian en bandeja, y encima yo tan solitario y con pieza para mi solito. A veces yo la veia cambiarse desde las persianas de la ventana. Se secaba con la toalla y yo me tocaba. Y la vieja tambien, tenia unas caderas y unas tetazas increibles.
Un dia vino y me regaló un cd de Kiss: le habían sacado un ojo, se habia cortado el pelo corto y tenia cáncer. Solo queria un poco de contacto humano. No nos conociamos mucho. Queria aprovechar el tiempo que le quedaba. Queria recuperar el tiempo perdido. Estaba muy flaca. Cáncer fulminante a los 47. Solo queria charlar un poco. Con mi hermana nos miramos y juro por Dios que pudimos oler el olor de la muerte en ella.
Cuando murió, pusieron un papel en el ascensor con la dirección del velatorio. Creo que mi padre fué.
Todavia tengo ese Greatest Hits de Kiss. Lo que no tengo es a esos vecinos. Se fué la mujer, y la dulce Geraldine. El marido aguantó por un tiempo, consiguió un laburo de boletero en el Cine Gaumont. O era el Trocadero? Lo vi una vez que fui al cine. Yo lo vi, el me vió. Fue incomodo. Tenia a los dos chicos que mantener.
Hace unos años la vi a Geraldine en el Subte. Me reconoció, pero no nos saludamos. Tenia puesto un saco de vestir un tanto demasiado solemne para una chica de su edad. Color salmón. Debajo una camisa y en el escote se insinuaban unos pechos dignos de un erotómano. Gran perfil, una nariz exquisita (soy un debilucho por las narices del tipo Rosanna Arquette). En fin. Un bocadillo la piba. Dios sabe que fue de ella, ojalá haya conocido a un muchacho agradable y que se haya mudado lejos de este barrio maldito..
En el departamento de enfrente han vivido una seguidilla de gentes que se fueron al tiempo. Yo he sido muy barullero y creo que he tenido algo que ver con eso de que la gente se queda por un tiempo nada más. Una vez me hice un solo de guitarra con pedal de wah wah con la ventana abierta y uno de los de enfrente empezó a aplaudir con sorna. No precisamente por el solo de guitarra, sino porque estaba con la guitarra al taco y la ventana abierta. Una mezcla de exhibicionismo, psicosis e inmadurez tardía fueron los signos claves de mi falta de aptitud social.
Pido perdón por todo el daño que hice, sin querer. Ok?
Hace 24 años que vivo en este departamento y me ví crecer dentro de él. Adentro de estas paredes aprendí sobre el sexo, la locura, la muerte, la alegria y los milagros inesperados. Incontables noches soñando como un teenager, inclusive esta noche casi a los 41, soñando, soñando, lejos, afuera del mejor y mas hermoso círculo. Esta noche ando medio solitaire y necesitaría que alguien me diera una manito con algo, pero aqui ando, como de costumbre, solitaire. A QUE VIENE LO DE SOLITAIRE? Decí solitario y ya, huevón.
Toda la gente que ha pasado adelante de mis ojos, a veces es como un sueño angustioso, un trip de cuidado... Demasiado encierro. Pienso en ellos. No sirve de nada, pero pienso en ellos, pienso en Lía, la viejita de los hermosos ojos azules del 1er piso C, muerta, pienso en los Jápkin, del 1ro A, muertos, sus fotos de los viajes a Bariloche apilados en la cima de la basura, en la del tercero B, en la trola gritona del sexto piso, pienso en los demás, en todos, pienso en mi tio, fallecido hace unos meses, en su lucha, en su melancolía, en sus comidas todos los domingos, piesno en mi padre. Tengo miedo. No me importa morirme yo, pero este trajín , la cosa del "lifetime achievement" que no le llega a nadie, es algo terrible. Fracaso, enfermedad, y muerte. intuyo, porque tan pelotudo no soy, que es lo que hay entre el nacimiento y la muerte es lo que hay que subrayar, pero bueno, yo tiendo a pensar en ese lado "que no se debe". Pienso en los ojos de mi vieja, en su lomo, en su espalda, en sus piernecitas. Tip tip tip caminando por su casa, haciendo sus cosas.
Será por eso que siempre ando enojado con las nuevas gentes del barrio, el cambio demografico, la nueva etnografía, siempre berreando yo, que me parecen sosas, vápidas.
Lo son.
Pero son igual que yo: haciendo fuerza para cagar, como cualquier otro.
Esos viejos revoleándose objetos contundentes me atraían mas. Me daban rosca la cuerda. Y también me atraía más que el terror que me procuraban fuera nuevo. Un nuevo feeling, no necesariamente bueno, pero nuevo. Veinte años despues, ya me duele mucho más, me pesa más, trato de no devanarme los sesos al respecto y aún asi queda colgando ahí, pendido en el borde de mi pensar borrachín.
Esta noche me hubiera gustado pasarlocon una linda mujer, sin drama, sin terror, solo la botella de vino y nosotros dos. Alguien que no me juzgue por mi tabaquismo y mi propensión a entregar el oro y el moro por una sonrisa a alguna trola indeseable (!!!).
Mis manos en un tierno y pálido muslo carnal femenino, eso es lo que necesitaba esta noche. Un par de besos, una concha en mi boca y un culo en mi regazo. Nada mas.
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