La virgen del humo me aprieta con un puño
el corazón
y con su cinta azul me acuesta en
la cama de seda de oro
hacia donde voy a mi cielo
(CorazÓn tiene un acento, y le pesa y me pesa)
son mios los placeres de la tierra
son de mis huesos las propiedades del volar
habiendo dado hasta la ruptura
caricias
que ni los dioses conocen
(Ellos tienen tetas, y las tetas los tienen a ellos)
santo es aquel que obra en el nombre
de la bajada del madero del el dios de los cielos
porque de El es el reino de todos los maderos descompuestos
y nuestro tambien, la reputisima madre que nos pariò
a todos.
Si hay un cielo
si hay un infierno
Little Richard estarà tocando sobre mis costillas
los pomulos anegados de maquillaje y lagrimas
Quienes somos uno en nuestra balsa solitaria
y somos metàlicos y salvajes
quienes somos salvajes
somos.
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