Te imaginas a vos mismo
en el extranjero
en la casa de alguien
y en esa casa de alguien hay un bebe gateando por la alfombra
y te arrodillas
y el bebe te mira
y vos lo mirás
y el bebe se babea y te sonrie todo pelado
y vos, Fernando, le acercás la cara todo solemne
y ponés tu cara frente al bebe y el bebe apoya
su cara en la tuya
y despues en tu pecho
Te ven
Te preguntan, Fer, para cuando vos un hijo
Y a vos se te hace un nudo en la garganta
Y asì terminás el poema:
diciendo en un solo poema
todo lo que nunca habias podido terminar.
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