sábado, 6 de diciembre de 2014

6 de diciembre, 2014


Tus pies estan quietos
tus dedos armados
de la voz al susurro
al grito pelado

piernas flacas hieren
tu flaco calzado
tremulos sostienen
tu tronco cansado

y la tarde ajena
a la razon del pasado
en ojos amarillos
de parpados pesados

pueda asi tu lengua
en el abecedario
deletrear poemas
detras del bestiario

hombres no perdonan
a otros hombres malos
y yo me puse enfermo
y despues me puse raro

y me quedé muy quieto
por casi veinte años
con mi cruz tan fria
y aqui estoy esperando

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