Yo tenia una bandera
que no podia caer
era blanca y celeste
y estaba a tus pies
la queria mucho
nadie la pudo ver
la usaba de almohada
y no tenia que comer
yo pasaba las noches
despèrtando sin querer
y cuando abria los ojos
me empezaba a morder
un sentimiento de culpa
por soñar y por querer
empezar a ser hombre
sin saber como correr
nadie vino a verme
cuando empezo a llover
y escribia te quiero
aunque no tenia papel
solo un tazon de arroz caliente
y ceniza a mis pies
las persianas bajadas
y un cigarro para arder
si la voz es un angel
que el pulmon sabe entender
yo quisiera tenerla
sin las letras de ayer
levantarme temprano
para que puedas verla bien
cuan brillantes mis ojos
cuan honesto es querer (te)
hay un hueco en mis ojos
que dejò el invierno aquel
lo pasè como pude
sin un alma por aquì
me dijeron vos andate
y porque es duro convencer (me)
yo juntè los tacones viejos
que coleccionaba mi ciempiès
un viejo lapiz de labios
y una carta para el juez
donde explico todo sobre
cuarenta años màs un mès
fotos de platos de sopa
un trago de agua marina en la boca
un cuerpo mìo en las roca
es descansar, no yacer
fresias en el kiosko
mañana de agosto
siempre un paso y aùn mas: un piè
hacia la multitud nuestra
de nosotros dos haciendo très
tal vez alguien entienda
que la batalla nuestra
no es por matar a un rey
sino que todos juntitos
estamos bien listos
a pelear por el bien
quien no ha estado asi de solo
puede entender muy poco
de nacer para morir
algunos comen bocados
y otros nacen santos
para solo pensar en lamer
las fotos de la alegria
de los pocos elegidos
de Dorrego y Soler
y si vos nos ves un par de perros
y sabes de tus yerros
no te vuelvas a la pared
que los amigos no abundan
y los bastardos se juntan
pensando que son de diez
no nos olvides, hermano
que al igual que tus manos
tener dedos puede doler:
por aprender de recados
el perro te mordiò la mano
que te querias comer
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