Que decir del hombre pobre? Que decir de su mujer?
Que decir de el ser humano que encuentra que su estomago està deseoso de alivio? Y las curas? Y donde estan todos los odontologos del mundo a las cuatro de la mañana una madrugada de martes? Donde las anestesias, el soliviantar la cercania de la muerte? Porque cuando yo no tengo dolores de muelas quiero comer. Y cuando se me caigan todos los dientes, no podrè comer. Donde estan las misiones de la Cruz Roja en este barrio de judios ricos? Donde estan las ollas populares en este barrio de terratenientes corruptos y de iglesias mezquinas cerradas, donde esta el pan y queso y el hueso de la opcion final? Somos duchos en poner el pescuezo hasta que el terminante reloj se pare para unos u otros. Acaso vuestros relojes, señores mios tarifantes de mi estadìa en esta farsa tràgico, estan amañados para que su piel nunca se aje ni las canas parezcan hacerles daño. El ojo digital del Hermano Mayor en los cielos los proteje de crimen, y definitivamente, tambien del castigo.
Algun dia... me digo. Algun dia yo y mis otros hermanos en la oscuridad, algun dia llegarà.
Detràs del hambre se consume el propio intestino fìsico que revolea oleadas de violencia salvaje hacia la propia tripa espiritual y se hacen uno solo, demandàndome, hostigàndome, penando no solo por mì sino tambien por los mios, mis amigos y mis amores que en un entropismo monstruoso por las mismas injusticias que perturban mi Gran Sueño, se transforman en perennes, fragiles plañideras.
Nadie parece tener respuestas, solo saludos cordiales o pedidos de: Fernando, despertate temprano y abrile al fumigador, esto es un chiquero, nos van a invadir las ratas y las cucarachas. No tienen tapujos. Vieja de mierda con un pulcro y perfecto peinado de spray en su tonta y confundida blonda cabeza.
Estos imbèciles esquivan a la muerte de una manera formidable.
Donde estan los churrascos de tierno y jugoso roast-beef prometidos al nacer, donde el trabajo de seis horas para poner el cuerpo en marcha y la billetera en funcionamiento? A donde los tumultos de Detroit y Plaza de Mayo entre cascotazos y pebetes de jamon y queso volando en algun dia claro de junio? Donde estan las pastillas que daràn fin a todas las otras pastillas? Donde la cura para la depresiòn, la limpieza de pulmones de Nikki Lauda para todos y todas? Donde han quedado esas mañananas peronistas que se robaron los sindicalistas y que guardan en sus primorosas agendas de economia de entrecasa, estos ricos populistas protegidos por guardaespaldas armados hasta los dientes, que los cuidaran de la imagen pùblica ante los desheredados que dicen salvaguardar? Donde? Donde quedaron las mañanas de mi padre suicidado, donde quedaron los despuntes de sol recibidos por el cafè con leche de su madre, las galletas, el sincero buen dìa? Donde estan esas portadas de diario Clarin en las que en un maravilloso blanco y negro de tinta de escuela leiamos que Peròn volvia a la Argentina y que estaba cada dia mas y mas cerca? Y la evoluciòn de la ternura, donde està? Caiamos lentamente, pudriendonos hasta desfallecer en la gravedad sin darnos cuenta, olvidados en la parra como uvas de medio pelo. Adorno vàcuo en un mundo de mayores y mas importantes maravillas. Donde han quedado esas mañanas de mùsica, protegidos por nuestros seres queridos que nos alentaban a levantar el culo en un mundo disfuncional, primitivo y agresivo? Velay, que nos mentian cariñosamente sin que nos dieramos cuenta siquiera de que no eramos tan especiales, sino bastante pànfilos y torpes en nuestra media belleza, pero velaban por nosotros, aquellos seres de forma aparente, y, aunque en el momento de entonces era innecesario, ahora nos encontramos endeudados por millones con las manos enfermas y flacas y completamente vacias, el lomo partido, los ojos en el horizonte vallado por la tragedia y la inutilidad completa de la muerte.
Donde està el Sueño Sudamericano aqui en estas calles donde los barrenderos cansados fuman un porro debajo de la luna llena? Donde està esta libertad sin vicio que yo rompì a los catorce años, fumando mis primeros pinos de tabaco, negàndome a entrar a un recinto donde querian cojerme de parado para rendir pleitesìa a bastardos sin nada que enseñarme? De que valìa persignarme ante hombres bondadosos que nunca bajaban del cielo ni ayudaban a mis compañeros de clase que perdian a sus madres y a sus padres por la depresiòn economica y la reducciòn espiritual del règimen dictatorial de milicos y entidades bancarias y sociedades intelectuales paupèrrimas? Quien se comiò mi inocencia? Acaso la han escondido o han dejado de mentirme o simplemente me estoy volviendo completamente loco, sin màs? A donde se escondiò el gato de Cheshire que lanzò la ultima carcajada antes de que me dieran la patada final en el culo cuando buscaba al borde del precipicio del infierno el eco festivo de mi ùltima sonrisa?
Alguna vez sentiste que te transformabas en una melodia de un azul muy profundo?
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