sábado, 29 de marzo de 2014

Es la mañana y pienso




Me duele la panza, pero no tengo hambre, me duele la cabeza, pero no puedo pensar en algo concreto, me duele el pecho, pero no ando cardìaco, tengo sed, pero el agua no me sacìa. Pienso en aborìgenes en taperas, pienso en linchamientos de ladrones de carteras, pienso en la quita de subsidios y en sandwiches de milanesa con milanesas bien gruesas. Pienso en la juventud hitleriana camporista kirchnerista, en las manos de Peròn, en el rictus demencial de Massa, en los jamones matriarcales de Michelle Bachelet. En filtraciones en la pared. Pienso en hojas de papel cubiertas por una gruesa capa de polvo gris. Pienso en ir al cementerio a ver a mi padre. creo que me voy a meter de vuelta a la cama, me voy a sacar el pantalon, me voy a dejar la camisa puesta y voy a bajar la persiana. Pienso en dibujios que hace rato se pusieron amarillos. Pienso en propiedades, en riqueza, en que no tengo puestos calzoncillos, en que las plantas de mis pies estan negras como el carbon, al igual que mis pulmones, y que la musica que sale de mi guitarra esta mañana llama a heraldos innombrables. Pienso demasiadas cosas, pero hay una que me deja imperterrito en blandura, que me convierte en un ser extrañamente conocido en un terriblemente còmodo sofà: pienso en eso, y es la segunda vez que me tomo en serio. Pienso en el Rio de la Plata, en Uruguay, en cuerpos azules, pienso en la suerte de los marineros, y el millaje nunca ocurrido. Pienso en todos los poetas que querrìan decirme que en realidad estàn escribiendo de cosas que suceden, que realmente les duele a pesar de que estàn completamente limpios. Eso de que yo solo tengo prendida una luz y esta maquina y aqui escribiendo mientras prendo fuego a todas las cartas de amor del mundo. De que el vino se puso agrio, de que la lluvia estaba mejor, de que el sol dentro de mi piel es un negro bastardo que solo quiere usar anteojos negros. De que no tengo plata, y que mi espiritu ya no puede repartirse. De que solo es mejor, de que con gente es mejor, de que mejor ahora es peor y todo esto solo sucede. Cuan vasto y ancho es el mundo con su tierra y su mar: la heladera hace este ruido agonico y ronrroneante, mientras cruza la calle la policìa y nadie sabe que estoy aqui en el tercer piso.

Pienso en calientes hamburguesas caseras con queso
pienso en vacas
pienso que esta bien comerse a una vaca
pienso en la testuz de una vaca y en acariciarla
pienso en conejos
en cuellos de conejos
en tristezas del conejo
pienso que mi tatuaje esta un pco demasiado cerca de la punta de mis dedos
la daga torpe yla puntada loca
alli demasiado cerca
pienso en los hijos de mis amigos 
pienso que cuando muere una mariposa no lo hace en el viento del cielo
se posa cansada
piensa un ultimo pensamiento y ahi relajada
se sabe de irse
y ahi se queda
un pequeño cuerpo listo para ser desplazado y disuelto por algun otro
cuerpo fortuito
una rueda o una rama
u otra mariposa tal vez
igual de marròn
igual de naranja
igual de calavera y
de aguafiestas.

Pienso y pensaba que
incluso ahora ya grande
tengo que arreglar todo
para de buena y efectiva manera
me des permiso 
para morirme en paz.

Y no voy a poder morirme en paz. 

Vos, hija de remil putas.


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