Augustas eran las cabezas de nuestros padres y madres
manchadas y complejas
nos revoleaban cintazos por jugar entre la mierda de los gatos en la arena
nos revoleaban con el rebenque por llegar a las ocho de la noche en los ochentas
nos odiaban y no nos entendian sentados ahi enfrente de las computadoras
mietras llovian las horas y los Horus de las boletas de telèfono
nadie tenia para pagar pero se pedia al hermano o a la hermana o a la
tia o al Espiritu Santo para saldar las cuentas y seguiamos masturbàndonos
gota a gota byte a byte enfrente del monitor
las mujeres no llegaban la hombria no llegaba los amigos no llegaban
y los trenes andaban hacia todos lados, el oeste prohibido el sur maligno y triste
todo llovido y todo triste y deprimido donde aguardaban nuestras madres doloridas
donde aguardaban los nichos y los canceres ylos colibries entre los rosales al fondo
ahi donde estaba enterrado el cadaver de la abuela, el del gato, el de el dueño anterior
y cuando nos dabamos vuelta en la cama en el living mientras sonaba ese puto reloj de
pared no queriamos mirar hacia arriba para ver si padre muerto estaba ahi mirandonos
y soñabamos con revueltas en contra nuestro, soñabamos con boas constrictores blancas
enroscandose en nuestros gañotes transpirados mientras se nos encojian las bolas
soñabamos con la abuela demacrada en la cocina preguntandose para que servirian
las perillas del horno, donde estarìa el nuevo retrete, el nuevo balcòn el nuevo barrio
pensabamos entre sueños que las puntas de los cuchillos eran hermosas, que vivir entre
lobos era maravilloso si uno puede dar uso de los pies para acercarce a las fauces de los
lobos
en suma:
aprendiamos a entender la cercania de la muerte fuera de los postigos de la perseverancia en un Jardin del Edèn cerrado en cloroformo
entonces vivimos algunas fiestas de cumpleaños salvajes donde nadie bailaba y donde la gente se desvanecia:
vinieron una vez
despuès de eso
dejaron de mentirnos
y empezamos a morirnos y a pensar en que tal vez sin alegria deberiamos aceptar la nueva etapa
èsta vino con un deceso, un suicidio, un desbarranque mental, la opciòn del encierro
las camisas que ya nadie planchaba, los pantalones rotos en la bragueta los almuerzos exangües, los gorriones piando y picoteando los cardos achacosos pròdigos de agua en las macetas del balcòn
todo lo que creciò despues del despertar fue real con el agua de la lluvia y la fertilidad del polvo del Abasto callendo sobre nuestras vidas, nuestro pelo, testùz, sueños rotos
convoco a la ceniza mi amiga para que reciba mis restos una vez que yo deba ser señalado como una buena persona, y tambien como el ùltimo de una casta extraña, invoco la pìedad de Jesùs y la sabiduria de satanàs para ser tenido en cuenta cuando repartan las medallas de Bailèn al soldado mas guapo en batalla, y el que fue sacrificado en primera linea aun con el uso pleno de sus facultades en una guerra demencial contra la ira de los corredores de bolsa de las ànimas. Allì donde caì ahi he de secarme, por la ira culposa de Nuestro Señor, por la Gracia de Dios, ahi he de secarme
que de seco tiene un montòn
que en vida me diò: la visiòn de un morròn.
manchadas y complejas
nos revoleaban cintazos por jugar entre la mierda de los gatos en la arena
nos revoleaban con el rebenque por llegar a las ocho de la noche en los ochentas
nos odiaban y no nos entendian sentados ahi enfrente de las computadoras
mietras llovian las horas y los Horus de las boletas de telèfono
nadie tenia para pagar pero se pedia al hermano o a la hermana o a la
tia o al Espiritu Santo para saldar las cuentas y seguiamos masturbàndonos
gota a gota byte a byte enfrente del monitor
las mujeres no llegaban la hombria no llegaba los amigos no llegaban
y los trenes andaban hacia todos lados, el oeste prohibido el sur maligno y triste
todo llovido y todo triste y deprimido donde aguardaban nuestras madres doloridas
donde aguardaban los nichos y los canceres ylos colibries entre los rosales al fondo
ahi donde estaba enterrado el cadaver de la abuela, el del gato, el de el dueño anterior
y cuando nos dabamos vuelta en la cama en el living mientras sonaba ese puto reloj de
pared no queriamos mirar hacia arriba para ver si padre muerto estaba ahi mirandonos
y soñabamos con revueltas en contra nuestro, soñabamos con boas constrictores blancas
enroscandose en nuestros gañotes transpirados mientras se nos encojian las bolas
soñabamos con la abuela demacrada en la cocina preguntandose para que servirian
las perillas del horno, donde estarìa el nuevo retrete, el nuevo balcòn el nuevo barrio
pensabamos entre sueños que las puntas de los cuchillos eran hermosas, que vivir entre
lobos era maravilloso si uno puede dar uso de los pies para acercarce a las fauces de los
lobos
en suma:
aprendiamos a entender la cercania de la muerte fuera de los postigos de la perseverancia en un Jardin del Edèn cerrado en cloroformo
entonces vivimos algunas fiestas de cumpleaños salvajes donde nadie bailaba y donde la gente se desvanecia:
vinieron una vez
despuès de eso
dejaron de mentirnos
y empezamos a morirnos y a pensar en que tal vez sin alegria deberiamos aceptar la nueva etapa
èsta vino con un deceso, un suicidio, un desbarranque mental, la opciòn del encierro
las camisas que ya nadie planchaba, los pantalones rotos en la bragueta los almuerzos exangües, los gorriones piando y picoteando los cardos achacosos pròdigos de agua en las macetas del balcòn
todo lo que creciò despues del despertar fue real con el agua de la lluvia y la fertilidad del polvo del Abasto callendo sobre nuestras vidas, nuestro pelo, testùz, sueños rotos
convoco a la ceniza mi amiga para que reciba mis restos una vez que yo deba ser señalado como una buena persona, y tambien como el ùltimo de una casta extraña, invoco la pìedad de Jesùs y la sabiduria de satanàs para ser tenido en cuenta cuando repartan las medallas de Bailèn al soldado mas guapo en batalla, y el que fue sacrificado en primera linea aun con el uso pleno de sus facultades en una guerra demencial contra la ira de los corredores de bolsa de las ànimas. Allì donde caì ahi he de secarme, por la ira culposa de Nuestro Señor, por la Gracia de Dios, ahi he de secarme
que de seco tiene un montòn
que en vida me diò: la visiòn de un morròn.
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