Se me crispa la cara, como si quisiera llorar, pero nadie quiere llorar. Es por mi padre, por mi madre y por mi y por mi hermano y por mi hermana, y por mi tia, y por mi madrina, y por mis dos amigos, y por mi ex novia, porque los siento lejanos y ajenos a mi circunstancia, y porque me siento lejano a sus circunstancias. Si solo un poder mas altivo me pudiera dar la chance de no sentir esta ira que se transforma en llanto, lo aceptaria y cambiaria. Alguna magia, algun poder divino. Pero no creo en Dios, con mayusculas y todo.
Bebo cerveza en la madrugada porque ma;ana tengo que ir a lo dee mi vieja a tomar unos mates y porque anda mal, se corto dos tendones del hombro la ultima vez que se cayo en la calley porque se burla de mi alcoholismo. Eso me hiere profundamente, su resentimiento hacia mi por ser la continuidad de su sangre y de la sangre de mi padre me perfora el corazon y me hace doler el pecho. Solo cuando bebo me olvido de el dolor? No. Ni siquiera entonces. Ya no tengo la fuerza que tenia para escribir, mientras mi familia festeja la eterna primavera, o se cae a pedazos, me hiere, desde aqui a la distancia. Ojala el cura que me haga el responso me indulte por sentir este enojo desbocado como un caballo que siento por todo esto.
Todos estamos lejos de las circunstancias de los demás, ese invento de la empatía no siempre resulta útil para entender a los demás. Mucho menos para entenderse uno mismo.
ResponderEliminarSuerte,
J.