Recuerdos de estar en una mesa de madera y que se me ofreciera un pan con manteca casera en la chacra de mi tio Fritz. Tal vez en un pedazo de galleta, con dulce e leche. El sabor de esa manteca. Ahora, bah, mas bien desde siempre, miro los panes de manteca que venden en los supermercados con una tristeza infinita.
Dormir en el atico de la casa principal de la chacra y despertarme en medio de la oscuridad fantasmal, bajar por una escalera en erspiral y ver a travez de la ventana, desde mi estatura de tres o cuatro años, la silueta de una luna llena en medio de la noche de campo, total, cerrada, madrugada embrujada, pasar por una puerta y sentir una presencia. Una presencia muy fuerte, algo ajena incluso a mi ser extracorporeo. Años mas tarde mi madrina me dijo que en esa escalera habia muerto alguien de la familia de un infarto, al lado de una puerta.
Tambien recuerdo haces de luz muy fuerte, un sol hermoso, probablementne yo en pañales merodeando por un galpon con chapas y el olor a aceite tan penetrante, a gasoil y a aceite, y las ruedas enormes de un tractor, y el sol entrando por la hendijas de el techo de chapa del galpon, y sentirme completamente sano y coinectado con el sabor vital y triunfal de ese momento, estar conectado con ese momento en un lugar puro, de esfuerzo, de trabajo, de felicidad plena, de absorcion total del momento, de estar en mis trece, virginal, intacto, completamente prendido en mi alma y en mi centro corporal, elastico, vivo.
De vez en cuando recuerdo algo que ni siquiera me habia importado haber olvidado y entonces lo recuerdo: casi siempre en la cama, despertandome o llendo a dormir, cuando todo se pone quieto, o mas bien tenso: el preludio de un gran sentimiento. Estos dias, que son a matar o morir, en donde uno no encuentra explicación al dolor ni las jherramientas para erradicarlo del dia a dia, hace que uno se ponga un poco psicótico o extremadamente alerta y por ende, sujeto a erupciones breves pero muy potentes de emocionalidad sanguinea que te llevan a ser casi un medium. Estoy convencido de que esto le pasa a todos por lo menos unas dos o tres veces en la vida, a mi me han pasado mas. Cuando te dan por el orto todos los dias uno empieza a desarrollar una psiquis casi de fenomeno de exteriorizacion catalítico que puede poner los pelos de punta a cualquiera. O sea, y esto es folklore natural ya sabido por todos, no solo no estamos solos sino que tampoco podemos darnos el lujo de pretender no saber que no estamos solos.
Cuestiones y comida para la mente y el alma.
Si en algun momento tengo los medios economicos para hacerlo, voy a tratar de contactarme con algun servicio de genealogia y recursos de informacion adn para saber un poco mas de mi historia, de mi sangre, de estos ojos que miran estas fotos. Necesito saber. No me alcanza con ir al museo de los inmigrantes y lagrimear. Esta historia que yo siento tan pesada en el lomo me intriga y me desgasta. Solo quiero saber un poco mas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario