Hay que sufrir para crear.
Hay que vivir para sufrir.
Para vivir hay que comer y beber.
Para comer y beber primero hay que cagar y mear.
Para hacer esas dos cosas primer hay que estar vacío de estomago
y predispuesto de mente.
Para eso hay que nacer después de nacer.
Y para ser un hombre hay que llenarse con
circunstancias trascendentales,
por las cuales hay que pagar incluso antes de
decir la primer palabra.
Escribir, my friend, es consecuencia directa
de el rechazo a la muerte,
y aún así,
refractario a la vida.
Entonces,
resulta extraño que haya que
morir para vender?
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