viernes, 4 de mayo de 2018

DE MÍ

A veces cuando estoy en la obscuridad leyendo algo, solo en la computadora, la noche profunda, el silencio tan extraño y bienvenido en Balvanera, como el manto del sueño en los ojos interiores tibios, acuosos de un ser primitivo... me gusta eso. Me hallo, en la noche. Si muchos mas tuvieran mi tranquilidad abajo de las estrellas, saber eso... sería algo bendito y dulce. Un ejército de ángeles acompañan mi vela, la Santa Compaña de lo vivo en las luces hacen guardia en mi vigilia. El respirar noctámbulo de algunas flores, su perfume encerrado en los pistilos, aguardando el alba. De la misma manera que los pájaros no cesan de ser pájaros escondidos entre sus propias claviculas en alguna cornisa obscura, yo no dejo de ser yo, en ningun momento. Y cuando salga el sol encontraré alguna otra forma de subyugarme con algo trivial o algo increible. En la vida, en mi vida, en tu vida, con una impresion de mi vida en cualquier soporte, en el polvo de las estrellas estallando en el océano de la infinitud, yo estoy aquí, esperando siempre nacer una y otra vez, una y otra vez, con vos de la mano, desde las yemas de mis dedos lanzando una fina cuerda de energia unificante, a través del living room, cruzando las puertas, entrando en la habitación y llegando al borde de tu cama, y hacia tu frente ahi abajo del pelo donde dormís tu cabecita debajo de la almohada, y entonces te toco, sol un poquitito, para meterme solo un poquito adentro de tus sueños

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