Tu futuro es precario
desvaneciente como la estatura de los arboles
como la calidad entonces viva de las hojas de los alerces
tu futuro es incierto
tembloroso
como las manos de un anciano enfermizo
junto a casas en las que respiraba el limòge de la prima
de la Reina Victoria
con sus tazas de tè y las iniciales de tu sangre
bordadas primorosamente en impecables pañuelos de seda
destrozados por las revoluciones de potentes nuevos lavarropas
inteligentes
acariciaràs tu futuro gimiente algun dia
sorbiendo desesperadamente las brisas entrantes en tus fosas nasales
cubierto por la gloria de tus peores
errores y nuevos jovenes completamente abstraidos de tu amorosa
jarretera te escupiran en los ojos y teñiràn el calor protector
de tu pasado honroso con un hedor significante
y en las radios se escucharàn antiguos himnos
y el enterrador cubrirà tu cuerpo
con terminantes y brillantes clavos
y sabràs de tu segundo tiempo
por primera vez conciente de que todos los relojes
empiezan y terminan sonrientes en un redondo
implacable nùmero cero
redondo como una boca
intàcto y solemne como un ciervo que levanta la cabeza
maciza
siendolo todo
a travez del gèlido secreto
de la hierba verde
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