Soy un escritor que no escribe, un follador que no folla, un guitarrista que no toca,
un cantautor que no se presenta en vivo,
un enfermero que no cura y un amigo que poco y nada se hace presente.
Como por la noche, solo, solo iluminado por lamparas de bajos watts.
En la cocina crepita el anafe calentando el agua para un mate.
Te saludo a ti, amigo mio, amiga mia, herederos de este paraíso.
Salgo al sol como un preso enfermo que encuentra un hueco
entre la pared lindera entre su carcel y el no morirse de sed nunca más
esa es mi recompensa.
No me olvides. No me nombres. Continúa pretendiendo
que tu paso es un buen paso y que el siguiente paso será mejor
que el anterior
que tu cincel dejará una respuesta
en el lado no invisible de la montaña.
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