Primero me atiende el kioskero, que esta tan dormido que no puede ni pensar. Apenas si esta peinado con su "crewcut" tilingo. Después, mas tarde me atiende la kioskera, que nunca me mira a los ojos porque es una palurda tilinga cabeza de pinga, que no puede ni hacerse cargo de mi alcoholismo. Deberia? Nunca me mira. Esta casi ODENDIDA de tener un trabajo y atender un kiosko. Que se la coja un pez, necesita un buen par de polvos que el kioskero no se los da. Lo mejor es la hija, que tiene diecisiete años y es re piola, me mira a los ojos y me dice: Si, hay cerveza en la heladera. Ser joven es genial. Nadie te juzga personal o impersonalmente. Es genial. Yo me mato y la gente dice que no. Los jovenes son peores, me dicen que sí.
Puedo oler el desodorante de ambientes del baño. Cuidado con mi culo. Puede darte sensaciones que nunc sentiste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario