Todo lo que quiero es poder dar amor, incluso si es un amor cochambroso. Y recibirlo, y si no puedo recibirlo, un poco de cariño. El cariño es mas facil de dar que el amor, solo alcanza con un gesto, con una suave caricia, con una palabra amable, y todo lo divino te besa en la boca y las manos que ayer eran impotentes se cierran en un ala de ángel o en un puño inapelable. Porque decir doy y recibo amor implica un riesgo de quemarse en el acto. Solo mencionar la palabra amor o enunciar que se lo dá es un acto de falta de humildad siempre impune, y si algun dia nos dan la pena capital por abusar de la palabra sin poder concretar el gesto, será justicia.
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