miércoles, 12 de julio de 2017

EL HOMBRE DE ABAJO


Si me entero que esto que tiembla
en mi corazón hecho mierda
no es amor
tal vez sea pánico
tal vez sea una tortura mórbida
una compresión letal

en mis dedos hay rayos esta noche
la que amo duerme en mi cama cansada
con sueños delicados hechos de el cielo
mas puro y mas oxigenado
que vi nunca

y yo en esta mesacárcel
con mis grilletes de plastilina y mi cola y mi cara
de perro
sin dignidad aullándole al tiempo
porque mi escala de grises
centellea en el frio de la noche

perra buscona se consiguió al fin una
gran panza

si me entero que este cariño que abrazo como a un
bebé
se muere dentro mio o cambia la cara a la de
una serpiente
yo me muero antes de morirme
me muero dos veces un millón de veces

yo me seco todos los sueños
yo me planto para nunca volver
cayendo antes de caminar
gritando una lengua muerta antes de musitar un te quiero
rompiendo la porcelana china de la abuela y ahorcándome
con las telarañas fátuas que caen desde el techo

No quiero saber que va a pasar
cuando meta la mano en la rejilla
y agarre de los pelos mojados al hombre
que vive debajo de mi departamento
que no es mas que el otro yo de mi otro yo:
leyendo una revista en un living vacio
una silla de maderas nobles suecas de Ikea
una alfombra de lionóleo naranja
anteojos baratos de lectura
un cardigan marron apolillado
descalzo y tres veces descalzo
Wendy Carlos de fondo
con su Bach hecho de fieltro verde
y electronica de Muzak
mientras las mareas de los hombres
ahi afuera se escuecen, dilatan
expanden
mientras yo acá arriba
poseído por un destino delirante y cruel
me rasco el cerebro a través
del agujero que dejó mi ultima travesura.

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