El Ari querìa que el pibe fuera el 10
lo masacraba
lo cagaba a pedos y el pibe fruncìa la cara
en la cancha de papi futbol lo cocinaban lento
y el Ari amasaba y metia las pizzas en el horno
harto de todo, me apuntaba con un cuchillo y me lo ponia
en la boca del estomago y me decìa:
«Chupapijas»
Me imagino al hijo ahora
veinticinco años despues:
si no se puso en las vias del Belgrano Sur
para que le corte las piernas
cada vez que corre al arco y se queda solo contra el arquero
le deben saltar las lagrimas de los ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario