lunes, 28 de diciembre de 2015

PERRO VIEJO

No hay un destino
no hay un horizonte

La vida de algunos es solo la impasible cosecutividad

de pasos irreflexivos

No hay destino

no hay sosiego total

No hay un mañana

el sol se levanta porque es el sol
y no le importan los hombrecillos

No hay fronteras ni existe

la posibilidad de la disolución de los barrotes sobre todo

Mi rostro es mi rostro y tu cara se da vuelta

hacia su yermo de elección

Los perros patean las calles deseando tener taladros en los hocicos

piensan
esto es dificil, pero no se hacer otra cosa

Yo soy como un perro viejo tratando de entrar en un lago

se me va la vida en ello

No hay cosas hermosas, solo otros seres, bípedos

y poderosos que me señalan y me llaman para decirme cosas
me tocan, me toquetean me ponen bozales y huesos de cuero
me dan golosinas o me patean en los huevos cuando algo no sale bien

No hay futuro, no hay presunción de la muerte

o mas bien de el dolor posible en la proximidad de la muerte

Uno camina las calles con las manos en los bolsillos

y el culo entre las piernas esperando el nuevo palo
el nuevo desastre atómico que apague todas las luces
otra vez

Y no pasa nada

y uno quisiera tener toda la fé de todos los dioses y
cubrirse la cara para que no nos vean toser y rascarnos
y no pasa nada

Y es esa muerte sobre la muerte antes que la muerte

y mi rostro es de vejaciones y pudor
delante y detrás un espejo multiplicando la verguenza
y no pasa nada
aún.

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