Vi paisanos extinguirse en las llamas verdes de los crecientes barrios nuevos con
sus ojos como huevos amarillos de toxinas y alcohol en el crepusculo de un jueves que todo el mundo ha olvidado, y esos estallaron
Vi viejas torcidas por la enfermedad con sus espinas dobladas en un angulo de noventa grados en edificios salpicados de vidrios rotos de colores en una tarde solo mia cuando yo era todos y nada mas de mi
Vi pendejos enfurecidos por la alegria llorar en los semaforos por la perdida de la copa del mundo de Italia 90 a sabiendas de que no tenian ningun lugar a donde ir aparte de sus coventillos demodés
Vi rubias obcenas pararse en una esquina donde cualquiera podria haber hecho la V con los dedos y haber cometido una violacion en un mundo que no podria haberlos castigados por ningun crimen
Vi noches en que las estrellas estaban tan claras que ni los murcielagos volaban en el silencio de la noche de Balvanera y coreanos masturandose en los balcones mientras una mujer partida de demencia por la cocaína decia una sola vez "te quiero" y mil veces "sos la mugre que necesito y te odio hasta el fin de los tiempos"
Me metí de lleno en todos los signos del cariño paa ser expulsado de todos los reinos de la alegria mil veces y cada vez que el colecivo paraba cerca de mi casa pensé: es una buena señal todavia tengo brazos y piernas y huevos y esperanza y locura y estoy demasiado solo y esta es la ultima noche, nunca sabiendo que le gusta el dulce de membrllo y el dulce de la mentira
Vi hombres sentados en viejos banquitos con tirantes de goma y maderas escuchando los partidos del domingo en instalaciones monstruosas que cortejaban el fin del verano sabiendo que ellos ya no eran el verano, fumando tabaco, sin dientes,sin esperaza,con pocas palabras, sin historias verdaderas, mucho antes de que yo supiera de que me estoy quedando sin historias verdaderas
Me calcé con los miticos zapatos de cuero del hombre pobre solo para darle el gusto a mi abuela e hice quince infructuosos años de escolaridad solo para revelarme la intencion de enfermarme solo para no estar del lado de los falsos dichosos y mas cerca de la profecia de un hermoso y estupido mundo nuevo para los hijos que se levantaran despues de la idea de la ultima belleza de la flor
Dí repartí, Volvía jugar. Deseé saber manejar, tender hilos, mentir mejor, insuflar y brindar sollozo. Ser malo, frio, inusitadamente bestial, solo logré dar algunos panes calientes y, por Dios, hasta me lo han agradecido, pero no muchas veces... Y que no vuelva a ocurrir!
Y llegué a esta pobreza, que es solo mia. Sin club. Sin estandarte discernible. Sin boca para pelear. Sin jarretera o parche gomin para la rueda de la bicicleta del bobo, ni mujer disponible para horas extras o ala de repuesto para cuando me llegue el brillante dia en que se lleven estas letales noches en que le canto con voz a atildada a una luna completaente embolada.
Trepé por muros para ver que habia detras, sobre los vidrios colocados a proposito y colocados en punta con cemento por dueños de conventillos del 1900 que nunca vivieron para completar la idea de una tapia pero si lo suficiente como para completarme a mi mismo como mi propia tapia, cruzamos esos muros, tuvimos miedo, bajamos, no entramos, vimos yuyos y granadas y derruicion, y olimos orines, cosideré la muerte, volví a la muerte de mi casa paterna, eramos jovenes y no estabamos enfermos, no necesitabamos un crimen muy necesario.
Comí de fruta ponzoñosa, me volví viejo de repente, me salvó la vida una botella y una plegaria, fumé tabaco de Paraguay en noches donde aprendí que los payasos tambien son buenos lanzadores de cuchillos, rechacé helipuertos y braceé contracorriente sabiendo que mi alma es un mecanismo hecho de algodon de azucar debajo de un monzón vienamita por una vieja con tijeras de acero inoxidable.
Llamame Fer, solo eso, y despues, escupime justo en el centro del corazón. Aqui, en el medio.
Está todo bien.