El compromiso que rasga solo la superficie, la disensión escualida para la selfie, la aceptación de la eternizacion de la ocasion superficial con el martini en la mano: todo eso me hace mas cercano a los enfermos de corazón, y no los del corazon.
Poeta, soñador, guarango, cuatrero, contrera y, por sobre todas las cosas en los ojos de los que odio con todo mi ser: sucio y de poca monta.
Bienvenido a mi mundo y adios, adios... tu, hombre antinatural!
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